¿Siente a veces que vive dentro de una perrera? Tus amigos han dejado de venir a casa o te preguntan si pueden sentarse fuera cuando te visitan, aunque esté lloviendo? Tener perros no significa que tengas que vivir con sus olores. Aquí hay 10 formas sencillas de evitar que tu casa huela como una perrera.
1 – Consigue una cama resistente a los olores
Uno de los lugares donde los olores acechan es en la cama de tu perro. Comprar una cama que tenga propiedades antimicrobianas y resista las órdenes es una buena manera de empezar. PACK&Las camas DEN tienen fundas fáciles de limpiar y lavables a máquina y pueden utilizarse con atrapa olores para mantener el olor en la bolsa y fuera del aire de su casa.
2 – Utilice un purificador de aire
Los purificadores de aire son una gran manera de reducir las alergias y los olores en el aire – manteniendo su casa más fresca. Yo tengo el Febreze Air Purfier y realmente me gusta. Tiene un filtro de tipo HEPA que atrapa hasta el 99% de las partículas del aire y puedes usarlo con o sin los ambientadores.
3 – Poner bicarbonato de sodio fuera.
El bicarbonato de sodio absorbe los olores, así que pon una caja abierta en el armario donde guardas todas las golosinas y juguetes de tu perro, o en la estantería donde cuelgas su collar. Es una forma sencilla de ayudar a reducir los olores del perro. Además, espolvorea bicarbonato de sodio en las alfombras y déjalo reposar toda la noche para que absorba los olores, luego aspíralo al día siguiente.
#4 – Lavado una vez a la semana
Elige un día y márcalo como «día de lavado del perro.» Recoge todos esos juguetes apestosos, camas, mantas, ropa, etc. y lávalos. Este es un gran día para rotar los juguetes – guardar los juguetes limpios (y SECOS) reduce los olores en el área de almacenamiento y previene el crecimiento de moho, hongos, etc.
#5 – Entre baño y baño
¡No te olvides del perro! Puedes limpiar tu casa hasta las vacas, pero si tu perro huele, tu casa también lo hará. El champú sin agua y las toallitas de baño pueden ayudar a mantener a su cachorro fresco entre los baños. Project Paws® Aloe & Las toallitas de avena para el aseo alimentan a los perros del refugio mientras mantienen a su amigo con un olor dulce.
#6 – Utiliza un limpiador enzimático
Las enzimas de los limpiadores atacan las partículas que causan las manchas y los olores, ayudando a librar tu hogar de ambos. La marca Sunny & Honey utiliza una fórmula bioenzimática natural para la orina, las heces, los vómitos y las babas que es segura para los niños y las mascotas. Puedes utilizarlo prácticamente en todo: alfombras, suelo, muebles, etc.
#7 – Deshazte de ese viejo collar
¿Has olido alguna vez el collar de tu perro? ¡¡¡YIKES!!! ¡Seguro que no tenías ni idea de que olía tan mal! Puedes lavarlo, pero si tiene un par de años, es hora de tirarlo y comprar uno nuevo. Busca collares (¡y correas!) de material que no absorba el olor, como el collar Ruffwear Headwater.
#8 – Limpia esas patas
Mantén una alfombrilla y una toalla súper absorbentes junto a la puerta y limpia a tu perro antes de que entre, minimizando lo que deja en el camino. Las alfombras y toallas Soggy Dog son perfectas para esto.
#9 – Después del baño, seca a tu perro completamente
¿Eres propenso a simplemente secar a tu perro con una toalla y dejarlo ir después del baño para que se «seque al aire»? Si bien su perro puede preferir eso, está inculcando ese encantador «olor a perro mojado» en sus alfombras, el aire, el sofá y cualquier otro lugar al que vaya mientras se seca. Lo mejor es secarlo completamente con un secador de pelo frío o con mucha toalla.
#10 – Lavar todo con vinagre
Lavar cualquier revestimiento de los muebles, almohadas, cortinas – básicamente cualquier cosa que pueda ser lavada con la que su perro entre en contacto de forma regular con una combinación de un jabón de lavandería oxidado y ¼ de taza de vinagre de sidra de manzana.