Nunca podré entender por qué a algunas personas no les gustan los gatos. Son adorables, extravagantes y son los mejores calentadores de regazo. Además, son una de las mascotas que requieren menos mantenimiento: son limpios, silenciosos (bueno, en general) y son tan inteligentes por naturaleza que no necesitan ser entrenados.

Y, sin embargo, algunas personas siempre encuentran una excusa para despreciar a los gatos, desde «alergias» al olor de la arena para gatos hasta el hecho de que fueron arañados por el gato de su tía abuela cuando tenían dos años y no se han recuperado del incidente. Aunque algunas de estas razones para odiar a los gatos son, al menos, comprensibles, muchas son claramente irracionales. Cómo es posible que a alguien le disguste algo con una cara como esta?:

Es posible que no puedas convertir del todo a tus amigos que odian a los gatos, pero al menos puedes refutar sus comentarios con algunos argumentos lógicos. Aquí hay diez respuestas para diez cosas comunes que dicen los que odian a los gatos:
«Soy alérgico»

Algunas personas son alérgicas a los gatos, y lo entiendo. Si algo me hiciera estornudar constantemente o dificultara mi capacidad de respirar, probablemente también lo querría fuera de mi casa. Dicho esto, sólo porque no puedas tener un gato no significa que debas odiar a toda la especie. Al menos los perros saben hacer trucos»

La cuestión es que los perros necesitan ser entrenados para hacer estos trucos. En cambio, no hay que entrenar a un gato para que use la caja de arena o se limpie solo. Solo lo digo.

«Los gatos son malos»

Al igual que los humanos, los gatos tienen diferentes personalidades. Algunos son malos y antisociales. Otros son fáciles de llevar y cariñosos. Sin embargo, incluso los gatos más malvados pueden llegar a encariñarse contigo. Los gatos suelen ser selectivos a la hora de mostrar su afecto, y tienes que trabajar para ganarte ese privilegio, pero una vez que lo haces, te sientes especial.
«Los gatos matan pájaros»

Los gatos matan pájaros porque, como cualquier otro animal, en algún momento necesitaron cazar para sobrevivir. Aunque fueron domesticados hace varios miles de años, han conservado parte de sus instintos depredadores. Esto no significa que sean asesinos a sangre fría. Si su gato deja un cuervo muerto en la puerta de su casa, sólo está haciendo lo que puede para mantenerle. En su pequeña mente de gatito, son el sostén de la familia. ¿Es retorcido? Algo así. ¿Sigue siendo bonito? Sí.
«Me arañó un gato de pequeño»

Puedo entender que odies algo que una vez casi te saca un ojo. Siéntete libre de estar resentido con ese gato en particular todo lo que quieras, pero no desprecies a todos los gatos sólo porque uno se portó mal contigo una vez. Si tuvieras esta mentalidad hacia los humanos, serías una persona muy solitaria.

«Los gatos son espeluznantes. Tienen que mirarme mientras estoy en el baño?»

Probablemente se estén preguntando qué demonios estás haciendo. O están supervisando para asegurarse de que no te caigas.
«No vienen cuando les llamas»

Como sabemos los amantes de los felinos, los gatos son como los humanos en el sentido de que sí vienen cuando les llamas, pero sólo cuando quieren. No esperarías que tu mejor amigo viniera corriendo cuando lo llamas -especialmente si está durmiendo-, así que ¿por qué esperar eso de tu gato? Si sólo quieres una mascota para tener una criatura viva que obedezca todas tus órdenes, puede que tengas algún tipo de complejo de poder que deberías abordar.
«La arena para gatos es asquerosa»

También lo es limpiar las cacas de los perros, y nadie parece quejarse de ello.

Por lo general, la arena para gatos empieza a oler cuando hay que limpiar la caja de arena. En otras palabras, deberías culpar a los padres del gatito, no al gato en sí, por la arena apestosa. El gatito sólo se está ocupando de sus propios asuntos (um, literalmente).

«No están lo suficientemente necesitados»

Si alguien dice esto alguna vez, dale un gato para que lo cuide durante una semana, y rápidamente aprenderá que esto es una total mentira.

«Es que soy más de perros»

En algún momento, alguien decidió que para que te gusten los perros, tienes que odiar a los gatos, y viceversa. No sé quién es esa persona ni cuáles son sus credenciales, pero ya te digo que, sea quien sea, se equivoca.

Decir que no te gustan los gatos porque eres «más de perros» es como decir que no te gusta el sushi porque eres «más de burritos». El sushi está muy bien. Los burritos también están muy bien. No hay necesidad de odiar otro tipo de cocina sólo porque seas asiduo a Chipotle.

Y así, es obvio que a todo el mundo le deberían gustar los gatos. Quizá para algunos sean una afición adquirida, como el vino tinto o el queso picante. O tal vez algunos simplemente no tienen alma (es broma… más o menos). Puede que no seas capaz de persuadir al que odia a los gatos en tu vida para que le dé una oportunidad a la especie felina, pero no pasa nada: será él quien se lo pierda.

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