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Cultura – Danielle Wood

Los aguacates son una fruta extraña. Además de su sabor cremoso y su falta de dulzor real, cuando comes uno, no sueles comerlo entero (a menos que lo compartas, claro). Resulta que la ración recomendada de un aguacate es aproximadamente un cuarto o 90 calorías. Como parte de tu merienda con chips de frijoles negros, como adición a tu ensalada de la cena o como cobertura de tu tostada de la mañana, a menudo no necesitas más. Pero entonces, siempre está este extraño dilema: ¿qué haces con el resto del aguacate? Lo metes en una bolsa ziplock para la nevera, y ese bebé se convierte en un desagradable tono de marrón durante la noche. Bleh.

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Aunque conozcas el método más común para evitar que se dore, dejando el hueso en el aguacate para evitar que el aire toque al menos parte de la pulpa, sigues teniendo un montón de fruta expuesta. Lo que no sabíamos es que hay tres métodos legítimos para evitar que el aguacate se ponga marrón. Aquí está el cómo:

1. Usa cebollas. Pica un cuarto de cebolla roja en el fondo de un recipiente con cierre hermético y coloca el aguacate con la carne hacia arriba sobre el lecho de cebolla. Los vapores de la cebolla evitarán que el aguacate se dore, pero como la cebolla no toca la parte del aguacate que se come, no hay transferencia de sabor. Además, puedes guardar las cebollas. (¡Mejor aún si un tazón de guacamole está en tu futuro!)

2. Usa aceite de oliva. Unta la carne del aguacate con un aceite de oliva que no tenga un sabor fuerte. El aceite evita que el aire toque la parte de la fruta que ha quedado expuesta, evitando esa oxidación y todas las feas vetas marrones. Guárdalo en un recipiente hermético en tu nevera hasta que quieras el resto.

3. Usa zumo de limón. Unta el aguacate con zumo de limón, y obtendrás una protección similar a la del aceite de oliva; el ácido cítrico del zumo mantendrá a raya el oscurecimiento. De nuevo, guárdalo en un recipiente hermético para conseguir la mayor protección posible.

¡Voila! Uno de tus mayores enigmas en la cocina está resuelto. Por tres veces. (De nada.)

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