Con la cantidad de dinero que gastamos en los pagos, el mantenimiento y la reparación de nuestros coches, se podría pensar que tendríamos una mejor relación con nuestros vehículos. Pero entender nuestros coches -cómo funcionan, cómo cuidarlos, los costes de reparación- puede ser abrumador. Todas las piezas, los líquidos, las pautas que hay que seguir y las cosas que pueden salir mal hacen que los coches y los talleres de reparación parezcan intimidantes, pero no tienen por qué serlo.
No es necesario que lo sepas todo sobre tu coche, pero deberías tener un control sobre algunos de los elementos básicos. Para que te sientas más seguro como propietario de un coche, aquí tienes cinco cosas que debes saber antes de ponerte al volante:
Año, marca y modelo
Lo primero que debes saber de tu coche es el año de fabricación, la marca del coche y el modelo concreto. Esto parece una obviedad, pero te sorprendería la cantidad de gente que no conoce esta información. A menudo se equivocan en el año o el modelo, lo que puede llevar a grandes errores. Los fluidos, las piezas y los accesorios para reparar y mantener tu coche se basan en el año, la marca y el modelo del coche, por lo que es fundamental conocer la información exacta. El diseño, la construcción y los modelos de los coches pueden cambiar significativamente en un año, y las piezas necesarias para su coche también lo harán.
VIN
El número de identificación del vehículo (VIN) es la huella digital de su coche. Es un número de 17 dígitos que identifica la fecha de fabricación de su coche, el lugar, la marca, el modelo, el tamaño del motor, etc. El número de bastidor permanece con el coche durante toda su vida. Tienes que saber dónde encontrar este número, pero no necesitas memorizarlo. La forma más fácil de encontrarlo es situarse fuera del vehículo, en el lado del conductor, y mirar la esquina del salpicadero donde se une con el parabrisas. El número de bastidor es útil para hablar con los mecánicos y las compañías de seguros. Puedes usar tu VIN para buscar información si quieres comprar un coche o comprar piezas para él.
Programa de mantenimiento
Tu mejor apuesta para mantener tu coche funcionando bien es seguir el programa de mantenimiento específico de tu coche. Su programa le dirá cosas como cuándo cambiar el aceite (ya no son 3.000 millas o cada tres meses), cuándo revisar los fluidos y cuándo rotar los neumáticos. Cada coche tiene su propio programa de mantenimiento que debe seguirse para mantener un rendimiento óptimo, la salud y la longevidad de su coche. El programa de mantenimiento se encuentra en el manual del propietario o en el folleto separado que viene con el manual del propietario. Léalo y siga estrictamente las recomendaciones para revisar y reemplazar esas piezas o fluidos en su coche.
Presión de los neumáticos
La presión adecuada de los neumáticos es probablemente la preocupación de mantenimiento más ignorada en nuestros coches. Cuando esa luz aparece en el salpicadero, solemos esperar a que tengamos que llenar el depósito de gasolina. Entonces llega ese momento, y no tenemos cambio de aire o simplemente no nos apetece hacerlo. A decir verdad, odio poner aire a mis neumáticos como odio echar gasolina, pero ignorar esta luz sólo hace que tengamos más probabilidades de pinchar o reventar, de coger un clavo en el neumático o de desgastar nuestros neumáticos más rápido. Detenga este mal hábito ahora porque puede disminuir la vida de nuestros neumáticos y obligarnos a comprarlos con más frecuencia. Los neumáticos son caros, pero algunos pueden durar más de 50.000 millas si los cuidas correctamente. Por otro lado, ¡asegúrate de no llenar nunca en exceso tus neumáticos!
Luz del motor
Aunque podamos experimentar una gran ansiedad cuando se encienden las luces del salpicadero, son una ventana a la salud de nuestro coche. Yo siempre me ponía nervioso cuando se encendía una luz del tablero porque temía que el mecánico dijera cuál era la causa. El manual del propietario te dirá lo que significan las luces del salpicadero, ya que varían según el fabricante del coche, pero puede que no expresen lo importantes o insignificantes que son ciertas luces. Separo las luces del salpicadero en tres categorías:
- Rojo: ¡Consiga ayuda ahora! A veces están relacionadas con la seguridad de los pasajeros.
- Amarillo: ¡Comprueba esto lo antes posible!
- Verde o azul: ¡Adelante o activado!
Entender estas piezas clave de información es tu primer paso para sentirte en control de tu coche, hablar con un mecánico con confianza y tomar mejores decisiones para el mantenimiento de tu coche. Ahora coge tu manual de mantenimiento y ponte al día!