Escrito por Carly Hallman

El cerebro humano es bastante complicado: Aunque pensamos que sabemos cosas, hay toda una lista de sesgos cognitivos que pueden entorpecer el trabajo. Hemos encontrado 50 tipos de sesgos cognitivos que aparecen casi todos los días, en pequeñas discusiones de Facebook, en los horóscopos y en el escenario mundial. Junto con sus definiciones, estos son ejemplos de la vida real de los sesgos cognitivos, desde el sutil pensamiento de grupo que sabotea tus reuniones de gestión hasta el tirón del anclaje que te hace gastar demasiado dinero en una tienda durante las rebajas. Conocer esta lista de sesgos puede ayudarte a tomar decisiones más informadas y a darte cuenta de cuándo te equivocas.

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¿Qué es el sesgo cognitivo?

Comencemos con una definición básica de sesgo cognitivo: Es un error sistemático en los procesos cognitivos (como el pensamiento, la percepción y la memoria) que se aleja de la racionalidad y que puede afectar a los juicios. Si pensamos en el cerebro humano como un ordenador, el sesgo cognitivo es básicamente un error en el código, que nos hace percibir la entrada de manera diferente o llegar a una salida que es ilógica.

Pero también hay otros tipos de sesgo que no son necesariamente cognitivos; por ejemplo, está la teoría de la prueba social, que es uno de los sesgos psicológicos sociales más populares. También puede haber teorías cognitivas que no se consideran necesariamente sesgos, o más bien son una red de sesgos comunes enredados, como la disonancia cognitiva, que provoca malestar mental cuando tenemos ideas o creencias contradictorias en nuestra mente. Además, está el mundialmente famoso efecto placebo, que realmente puede provocar cambios fisiológicos.

Vayamos a algunos ejemplos de sesgos cognitivos comunes para ver realmente cómo funcionan!

50 tipos de sesgos cognitivos comunes

  1. Error de atribución fundamental: Juzgamos a los demás por su personalidad o carácter fundamental, pero nos juzgamos a nosotros mismos por la situación.
  2. Tipos de autoservicio: Nuestros fracasos son situacionales, pero nuestros éxitos son nuestra responsabilidad.
  3. Favoritismo dentro del grupo: Favorecemos a las personas que pertenecen a nuestro grupo interno en contraposición a un grupo externo.
  4. Efecto Bandwagon: Las ideas, modas y creencias crecen a medida que más personas las adoptan.
  5. Pensamiento de grupo: Debido a un deseo de conformidad y armonía en el grupo, tomamos decisiones irracionales, a menudo para minimizar el conflicto.
  6. Efecto Halo: Si ves que una persona tiene un rasgo positivo, esa impresión positiva se extenderá a sus otros rasgos. (Esto también funciona para los rasgos negativos.)
  7. Suerte moral: una mejor posición moral se debe a un resultado positivo; una peor posición moral se debe a un resultado negativo.
  8. Falso consenso: Creemos que hay más gente que está de acuerdo con nosotros de lo que realmente es.
  9. Maldición del conocimiento: Una vez que sabemos algo, asumimos que todos los demás también lo saben.
  10. Efecto Foco: Sobrestimamos la atención que la gente presta a nuestro comportamiento y apariencia.
  11. Heurística de la disponibilidad: Nos basamos en los ejemplos inmediatos que nos vienen a la mente mientras hacemos juicios.
  12. Atribución defensiva: Como un testigo que teme secretamente ser vulnerable a un percance grave, culparemos menos a la víctima si nos relacionamos con ella.
  13. Hipótesis del mundo justo: Tendemos a creer que el mundo es justo; por tanto, asumimos que los actos de injusticia son merecidos.
  14. Realismo ingenuo: Creemos que observamos la realidad objetiva y que las demás personas son irracionales, desinformadas o tendenciosas.
  15. Cinismo ingenuo: Creemos que observamos la realidad objetiva y que las demás personas tienen un sesgo egocéntrico mayor del que realmente tienen en sus intenciones/acciones.
  16. Efecto Forer (también conocido como Efecto Barnum): Atribuimos fácilmente nuestra personalidad a afirmaciones vagas, aunque puedan aplicarse a una amplia gama de personas.
  17. Efecto Dunning-Kruger: Cuanto menos sabes, más confiado estás. Cuanto más se sabe, menos se confía.
  18. Anclaje: Confiamos mucho en el primer dato introducido a la hora de tomar decisiones.
  19. Sesgo de automatización: Confiamos en los sistemas automatizados, a veces confiando demasiado en la corrección automática de las decisiones realmente correctas.
  20. Efecto Google (también conocido como Amnesia Digital): Tendemos a olvidar la información que se busca fácilmente en los motores de búsqueda.
  21. Reactividad: Hacemos lo contrario de lo que nos dicen, sobre todo cuando percibimos amenazas a las libertades personales.
  22. Sesgo de confirmación: tendemos a encontrar y recordar información que confirma nuestras percepciones.
  23. Efecto contraproducente: La refutación de las pruebas tiene a veces el efecto injustificado de confirmar nuestras creencias.
  24. Efecto de la tercera persona: Creemos que los demás están más afectados por el consumo de los medios de comunicación que nosotros mismos.
  25. Tipos de creencia: juzgamos la fuerza de un argumento no por la fuerza con la que apoya la conclusión, sino por lo plausible que es la conclusión en nuestras propias mentes.
  26. Cascada de disponibilidad: Vinculada a nuestra necesidad de aceptación social, las creencias colectivas adquieren más verosimilitud a través de la repetición pública.
  27. Declinismo: Tendemos a idealizar el pasado y a ver el futuro de forma negativa, creyendo que las sociedades/instituciones están, en general, en decadencia.
  28. Sesgo de statu quo: tendemos a preferir que las cosas sigan igual; los cambios respecto a la línea de base se consideran una pérdida.
  29. Falacia del coste hundido (también conocida como escalada del compromiso): Invertimos más en cosas que nos han costado algo en lugar de alterar nuestras inversiones, incluso si nos enfrentamos a resultados negativos.
  30. Falacia del jugador: Pensamos que las posibilidades futuras se ven afectadas por los acontecimientos pasados.
  31. Sesgo de riesgo cero: Preferimos reducir los riesgos pequeños a cero, incluso si podemos reducir más riesgo en general con otra opción.
  32. Efecto de encuadre: A menudo sacamos diferentes conclusiones de la misma información dependiendo de cómo se presente.
  33. Estereotipos: Adoptamos creencias generalizadas de que los miembros de un grupo tendrán determinadas características, a pesar de no tener información sobre el individuo.
  34. Sesgo de homogeneidad de los grupos externos: percibimos a los miembros de los grupos externos como homogéneos y a los propios grupos internos como más diversos.
  35. Sesgo de autoridad: confiamos y nos dejamos influir más a menudo por las opiniones de las figuras de autoridad.
  36. Efecto placebo: si creemos que un tratamiento funcionará, a menudo tendrá un pequeño efecto fisiológico.
  37. Tipos de supervivencia: tendemos a centrarnos en las cosas que han sobrevivido a un proceso y a pasar por alto las que han fracasado.
  38. Taquipsiquia: nuestras percepciones del tiempo cambian en función de los traumas, el consumo de drogas y el esfuerzo físico.
  39. Ley de la trivialidad (también conocida como «Bike-Shedding»): Damos un peso desproporcionado a los asuntos triviales, a menudo mientras evitamos asuntos más complejos.
  40. Efecto Zeigarnik: Recordamos más las tareas incompletas que las completadas.
  41. Efecto IKEA: Damos más valor a las cosas que hemos creado parcialmente nosotros mismos.
  42. Efecto Ben Franklin: Nos gusta hacer favores; es más probable que hagamos otro favor a alguien si ya le hemos hecho un favor que si hemos recibido un favor de esa persona.
  43. Efecto espectador: Cuantas más personas haya alrededor, menos probable será que ayudemos a una víctima.
  44. Sugestionabilidad: Nosotros, especialmente los niños, a veces confundimos las ideas sugeridas por un interrogador con los recuerdos.
  45. Falsa memoria: Confundimos la imaginación con los recuerdos reales.
  46. Criptomnesia: Confundimos los recuerdos reales con la imaginación.
  47. Ilusión de agrupación: Encontramos patrones y «clusters» en datos aleatorios.
  48. Sesgo de pesimismo: A veces sobrestimamos la probabilidad de malos resultados.
  49. Sesgo de optimismo: A veces somos demasiado optimistas sobre los buenos resultados.
  50. Sesgo de punto ciego: No pensamos que tenemos un sesgo, y lo vemos otros más que nosotros mismos.
  51. ¡Usa nuestra infografía de sesgos cognitivos como inspiración para ser mejor y saber más! Incluso puedes imprimirla y utilizarla como póster de sesgos cognitivos para animar a otros a hacer lo mismo.

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