Hombre maduro. Recibiendo una inyección en la frente

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El Botox® médico es una neurotoxina que bloquea las señales nerviosas a los músculos. Los músculos se relajan cuando no hay una señal nerviosa que les diga que se contraigan. Además de las razones estéticas de las inyecciones de Botox®, este efecto de bloqueo de la señal significa que el Botox® puede ayudar a tratar varias afecciones médicas, como la migraña y la vejiga hiperactiva. El uso de una sustancia como el Botox® para tratar una afección médica de este modo se denomina quimiodenervación. Estas respuestas a las preguntas más comunes sobre las inyecciones de Botox® médico pueden ayudarle a decidir si este tratamiento es adecuado para usted.

¿Por qué los médicos prescriben Botox® médico?

Los médicos pueden recomendar la inyección de Botox® médico en los músculos para tratar diversas afecciones. Entre ellas, la vejiga hiperactiva, la distonía cervical, el estrabismo, el blefaroespasmo, la migraña crónica y la espasticidad de las extremidades superiores. Los médicos pueden recomendar la inyección de Botox® médico en la piel para tratar la sudoración excesiva de las axilas. También hay muchos usos no recomendados del Botox® médico. Los usos off-label no tienen la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration), pero pueden tener una aceptación general entre los médicos.

¿Quién prescribe Botox® médico?

El médico que prescribe el Botox® médico variará en función de su enfermedad. Los neurólogos, los oftalmólogos, los dermatólogos, los otorrinolaringólogos, los urólogos y los uroginecólogos son proveedores habituales de Botox® médico. Busque siempre un médico certificado en su especialidad. Pregunte por la experiencia del médico con el Botox® médico. Y averigüe quién le pondrá la inyección. Si es una enfermera o un asistente médico, asegúrese de que esa persona está cualificada y autorizada para hacerlo.

¿Cuándo veré los resultados del tratamiento con Botox®?

Muchas personas ven mejoras en sus síntomas a los pocos días de una inyección de Botox® médico. El efecto completo puede tardar más tiempo y puede durar hasta tres meses. Puede repetir las inyecciones siempre que siga respondiendo al Botox® y no tenga problemas. El tiempo entre inyecciones varía. Puede ayudar a su médico a determinar el mejor intervalo y la mejor dosis para usted llevando un registro de sus síntomas en un diario.

¿Qué puedo esperar el día de una inyección de Botox® médico?

Los médicos administran Botox® médico mediante una inyección en la piel o en los músculos. Suele ser un procedimiento en la consulta. El número de inyecciones varía para cada condición y persona. Las agujas de una inyección de Botox® médico son muy finas, por lo que la mayoría de las personas sólo sienten una leve molestia. El procedimiento puede durar hasta 20 minutos y usted se va a casa el mismo día.

¿Cuáles son los riesgos de una inyección de Botox® médico?

Algunos efectos secundarios comunes del Botox® médico incluyen sequedad de boca, dolor de cabeza, dolor de cuello, cansancio y dolor en el lugar de la inyección. También hay algunos efectos secundarios poco comunes, pero graves, con el Botox® médico. Llame a su médico o busque ayuda médica si tiene debilidad en todo el cuerpo, pérdida de control de la vejiga, problemas o cambios en la visión, o problemas para respirar, tragar o hablar. También debe buscar ayuda en caso de signos de una reacción alérgica, como picor, sibilancias, mareos o hinchazón.

¿Qué precauciones debo tomar mientras uso Botox® médico?

La mayoría de las personas no tienen efectos secundarios graves con Botox® médico. Pero se ha informado de debilidad muscular y problemas de visión a las pocas horas o semanas de una inyección. Si esto ocurre, no conduzca un coche, ni maneje maquinaria, ni realice ninguna actividad arriesgada o peligrosa. Llame a su médico inmediatamente.

¿El seguro médico cubre el Botox® médico?

La cobertura del seguro para el Botox® médico varía. La mayoría de los planes -incluidos Medicare y Medicaid- lo cubren para las indicaciones aprobadas por la FDA, como la migraña. El seguro puede cubrir o no los usos no aprobados. Llame a su compañía de seguros y pregunte por su cobertura. Averigüe si necesita una autorización previa o cualquier otro trámite antes de empezar el tratamiento. Hable con su proveedor de seguros y con el consultorio médico sobre los costes.

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