No renunciar a tu derecho podría decirle al comité de admisiones que no confías en tus recomendadores. Podría decirles que eres paranoico o demasiado ansioso. Abre una caja de pandora de posibilidades, ninguna de las cuales es tan buena.
Podría decirle al comité de admisiones que este solicitante es un lastre.
¿Qué pasa si él (o ella) no entra? ¿Va a perseguir a sus recomendadores por haberle tirado debajo del autobús? ¿Va a crear más dolores de cabeza para todos los involucrados? ¿Va a crear el solicitante un riesgo de reputación para la escuela? Me huele a pleito.
El director prefiere no ocuparse de ello.
Específicamente, cuando usted -el solicitante- renuncia a su derecho a ver la recomendación, renuncia voluntaria e intencionadamente a su derecho, reclamo o privilegio conocido de ver la carta de referencia en cualquier momento en el futuro. Así que, al renunciar a tu derecho, después de ser admitido en un programa, seguirás sin poder ver tu recomendación.
Personalmente, nunca he oído hablar de un estudiante que realmente quiera ver su recomendación una vez que ha entrado (renunciado o no), pero me imagino que aquellos a los que se les ha hecho una pupa se preguntarán si su jefe realmente les ha jodido.
Una última cosa aquí para aquellos que se olvidaron de renunciar a su derecho a ver la rec, y cuyo jefe ya ha presentado la carta.
Si te olvidaste de renunciar, no considero que el hecho de no renunciar sea algo que rompa el trato. Sí, queda mal ante el comité de admisiones, pero en general, es sólo una parte del conjunto de la solicitud. Cualquier solicitante puede tener factores compensatorios que compensen su «no renuncia».
Tenga en cuenta esto mientras trabaja en todas las partes de su solicitud de MBA – a un alto nivel, es importante recordar que cualquier solicitante está compitiendo contra su subconjunto de solicitantes de pares cuando se aplica a la escuela de negocios (es decir, consultor de estrategia frente a consultor de estrategia). Si haces algo que te diferencie de forma negativa de estos grupos demográficos (como no renunciar), el adcom notará la bandera roja. Una pequeña bandera roja no acabará con tu solicitud, pero varios errores descuidados o estúpidos empezarán a carcomer tus cimientos.