Resumen:
El orgasmo es una respuesta neurológica a la estimulación sexual. La información sensorial procedente del olfato, el tacto, en particular de los genitales externos (clítoris, labios, vagina), el gusto, la vista y el oído pasa a través de los nervios sensoriales a partes especializadas del cerebro, denominadas sistema límbico. El sistema límbico influye en el sistema endocrino y en el sistema nervioso autónomo y está muy interconectado con el centro de la emoción, el centro del comportamiento y el centro del placer del cerebro, todos los cuales desempeñan un papel en la función sexual. Cuando se reciben suficientes mensajes de entrada en los centros cerebrales límbicos, en particular el tálamo, se produce una liberación de una gran cantidad de neuroquímicos que induce un orgasmo. Durante el orgasmo en una mujer, los escáneres cerebrales muestran una desactivación temporal en la actividad metabólica de una gran parte de la corteza cerebral izquierda con un aumento de la actividad metabólica en el cerebro derecho, en particular el área límbica del cerebro.
Durante el orgasmo, hay señales motoras descendentes que dan lugar a ciclos rápidos de contracción muscular en los músculos pélvicos que rodean la vagina, la uretra, la próstata femenina y el clítoris. Los orgasmos se asocian a menudo con otras acciones motoras involuntarias, incluyendo espasmos musculares en múltiples áreas del cuerpo que resultan en movimientos corporales y a menudo se expresan vocalizaciones.
Además, durante el orgasmo hay señales neurológicas ascendentes a la corteza cerebral. Estas señales dan lugar a una sensación general de euforia que se caracteriza por un intenso placer.
Se cree que las mujeres con trastorno orgásmico disociativo del placer o anhedonia orgásmica tienen una disfunción en la regulación del neuroquímico cerebral dopamina en la región del centro de recompensa del cerebro, el núcleo accumbens. Se cree que esta región del cerebro desempeña un papel importante en la recompensa, la risa, el placer, la adicción y la música.
Causas:
El trastorno orgásmico disociativo del placer o la anhedonia orgásmica pueden estar causados por cuestiones psicológicas como la depresión o la adicción a las drogas, o por cuestiones fisiológicas como los niveles altos de prolactina, los niveles bajos de testosterona, el uso de medicamentos como los antidepresivos ISRS y los anticonceptivos orales, o problemas médicos crónicos como la lesión de la médula espinal y el síndrome de fatiga crónica.
SÍNTOMAS:
Las mujeres que tienen PDOD o anhedonia orgásmica saben que están teniendo un orgasmo pero no tienen la capacidad de experimentar placer por el orgasmo.
Pruebas diagnósticas:
Si el trastorno orgásmico disociativo por placer o la anhedonia orgásmica causan angustia personal, debe considerarse una evaluación combinada de medicina sexual psicológica y fisiológica.
Se debe considerar la realización de análisis de sangre para determinar los niveles de hormonas sexuales como la testosterona, la globulina fijadora de hormonas sexuales, la dihidrotestosterona, la LH, la FSH, el estradiol, la progesterona, la prolactina y la TSH. Estos análisis de sangre evaluarán la función ovárica, la función hipofisaria y la función tiroidea.
TERAPIA:
Los enfoques psicológicos para mejorar la función orgásmica se centran en que la mujer explore factores psicológicos como el trastorno del deseo sexual hipoactivo, la depresión, la escasa excitación, la ansiedad, la fatiga, las preocupaciones emocionales, los traumas pasados y los antecedentes de abuso, las prohibiciones culturales y religiosas que hacen que se sienta excesivamente presionada para tener relaciones sexuales, o la disfunción sexual de la pareja, como la disfunción eréctil o la eyaculación precoz. La terapia sexual incluye la enseñanza del uso por parte de la pareja de la estimulación manual o con vibrador durante el coito, o el uso de la posición de la mujer por encima, ya que puede permitir una mayor estimulación del clítoris y permite a la mujer un mejor control del movimiento. La terapia sexual puede centrarse en estrategias de atención plena y ejercicios de yoga. La terapia sexual también ayuda a la mujer a examinar y reajustar las expectativas del orgasmo. La inteligencia emocional, o el conocimiento del propio estado de ánimo o la sensación de ser es importante para la función del orgasmo.
OPCIONES DE TRATAMIENTO FUERA DE LA ETIQUETA:
Los enfoques fisiológicos para mejorar la función orgásmica se centran en descartar las causas médicas que contribuyen, como el cambio de medicamentos si es apropiado. Los medicamentos que pueden ayudar a la función orgásmica incluyen agonistas de la dopamina (fármacos que aumentan la dopamina), oxitocina, inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 y bloqueadores de los receptores alfa-2 como el clorhidrato de yohimbina.
En muchos casos, los enfoques psicológicos y fisiológicos combinados para resolver el trastorno orgásmico disociativo del placer o la anhedonia orgásmica son los que tienen más sentido.