Hábitos
Las arañas de bodega construyen telas sueltas e irregulares en áreas con mayor humedad relativa y humedad, como casas, cobertizos, graneros y almacenes. Dentro de estas estructuras, las telas de araña del sótano suelen encontrarse en lugares oscuros y húmedos, incluyendo, pero sin limitarse a ello, las esquinas de los aleros, las ventanas y los techos de los sótanos, los sótanos, los espacios de arrastre y los garajes. En los edificios comerciales, las arañas de sótano tienden a tejer telas en las esquinas cerca de las puertas que se dejan abiertas.
Las arañas de sótano prefieren colgarse boca abajo en sus telas mientras esperan a sus presas, que suelen ser otras arañas e insectos. Cuando es molestada, la araña del sótano pulsa repetidamente su cuerpo para hacer temblar toda su tela. Estas pulsaciones ayudan a atrapar a cualquier insecto que se haya acercado a la telaraña y se convierta en la próxima comida de la araña.
A diferencia de las especies que gastan sus telas y luego hacen otras nuevas, o limpian sus telas para reutilizarlas, las arañas del sótano continuarán colocando capas adicionales de telas nuevas encima de las viejas. Como resultado, las telas pueden acumularse en un volumen excesivo en un período de tiempo algo corto, creando una apariencia de telaraña notable en el hogar o edificio.
Las arañas de bodega hembra de cuerpo largo pueden producir hasta tres sacos de huevos, cada uno de los cuales contiene entre 13 y 60 huevos a lo largo de su vida. Los sacos se crean con una fina capa de seda que es transparente. El racimo de huevos da al saco la apariencia de una mora inmadura. Las hembras llevan los sacos de huevos con ellas en la boca hasta que los huevos eclosionan, en lugar de depositarlos en su tela como hacen otras especies de arañas. Las hembras de la araña del sótano de cuerpo corto producen un saco de huevos similar que contiene entre 10 y 27 huevos cada uno y que también llevan en sus mandíbulas. Las arañitas emergentes suelen aferrarse a su madre durante un breve periodo de tiempo. Hay cinco mudas antes de que las arañitas alcancen la plena madurez, un proceso que dura un año entero. Las arañas de bodega adultas de cuerpo largo suelen vivir unos dos años.