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Costilla: Protege tu corazón y tus pulmones
Costillas verdaderas, falsas y flotantes
Tu caja torácica está formada por tres tipos de hueso: el esternón, 12 pares de costillas y 12 vértebras torácicas.
Todas las costillas se unen a la columna vertebral, pero sólo los siete pares superiores se conectan al esternón. Éstas se conocen como «costillas verdaderas» y están conectadas al esternón por tiras de cartílago. Los tres pares de costillas siguientes se denominan «costillas falsas». En lugar de estar unidas directamente al esternón, se unen a la costilla verdadera más baja. Los dos últimos pares de costillas se denominan «costillas flotantes». Sólo se unen a la columna vertebral.
Las costillas delicadas ofrecen protección
Tus costillas forman una jaula protectora que encierra muchos de tus delicados órganos internos, como el corazón y los pulmones. Los huesos de las costillas son bastante frágiles y se rompen fácilmente en un accidente o incluso por un estornudo violento. Una costilla fracturada es muy dolorosa. Una costilla completamente rota puede ser peligrosa, ya que podría perforar el corazón o los pulmones.
Respiración
Cuando inhalas, los músculos entre las costillas levantan la caja torácica ayudando a los pulmones a expandirse. Al exhalar, la caja torácica se mueve hacia abajo, expulsando el aire de los pulmones.
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