un gatito escondido detrás de una planta

Nuestras mascotas son curiosas por naturaleza, y es una de las cosas que más nos gustan de ellas. Pero de vez en cuando, esta curiosidad incesante puede meterlos en problemas cuando se encuentran, sin saberlo, con sustancias o criaturas potencialmente peligrosas. Ahora que el verano está en pleno apogeo, su mascota puede pasar más tiempo al aire libre, y esto podría llevarle a encontrarse con bichos de todo tipo. Pero, ¿cómo saber qué bichos son visitantes amistosos y cuáles son «bichos malos» para sus mascotas?

El Centro de Control de Envenenamiento de Animales de la ASPCA (APCC) tiene todos los datos, y queremos que sepas qué mecanismos de defensa de los insectos podrían provocar problemas si tu mascota se acerca demasiado.

Orugas

Aunque puedan parecer geniales y peludos, es mejor mantener a los perros y gatos alejados de las orugas. Los pelos que se encuentran en muchas orugas pueden ser dañinos cuando se tocan o se ingieren. Aunque el contacto con la piel es poco probable en las mascotas debido a su pelaje, nuestros amigos de cuatro patas pueden intentar ingerir las orugas. Aunque la ingestión no supone un peligro para la vida de las mascotas, las orugas pueden causar problemas como sacudir la cabeza, llevarse la mano a la boca, vómitos, diarrea e irritación de los labios, la boca y la garganta.

Escarabajo asiático

El escarabajo asiático, o Harmonia axyridis, es un insecto con el que mucha gente está familiarizada debido a su tendencia a infiltrarse en los hogares durante los meses de invierno. Cuando son ingeridos por perros y gatos, los mariquitas asiáticos segregan compuestos defensivos que pueden causar irritación e incluso ulceración en la boca. Mientras que uno o dos de estos pequeños bichos no suelen ser un gran problema, algunas mascotas no saben cuándo parar, y pueden observarse problemas más serios, como úlceras estomacales, cuando se ingiere un gran número de escarabajos.

Bastones caminantes

A diferencia de los escarabajos asiáticos que dan a conocer su presencia cada otoño, los bastones caminantes son más difíciles de encontrar debido a su tendencia a mimetizarse con su entorno. Para algunas especies, pasar desapercibido no es el único mecanismo de defensa, y también pueden segregar un compuesto maloliente o irritante para los ojos o la boca. Interactuar o ingerir un bastón podría provocar babas, temblores, zarandeos en la boca o en los ojos, o vómitos.

Las luciérnagas

Las luciérnagas son tóxicas para otro tipo de amigos de cuatro patas: los lagartos. Las luciérnagas contienen lucibufaginas, una toxina que afecta al estómago y al corazón. Por desgracia, para los lagartos domésticos, sobre todo los dragones barbudos, que pueden ser menos selectivos con lo que comen, ingerir luciérnagas puede ser un error mortal. Los síntomas aparecen rápidamente tras la ingestión -entre 15 minutos y 2 horas- y pueden incluir sacudidas de cabeza, apertura de la boca o vómitos. Finalmente, los síntomas podrían aumentar en gravedad e incluir dificultad para respirar, cambio de color y muerte.

Si sospecha que su mascota ha estado expuesta a alguna sustancia venenosa o ha ingerido algo peligroso, póngase en contacto con su veterinario o llame al Centro de Control de Envenenamiento de Animales (APCC) al 888-426-4435 inmediatamente.

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