El Buda comenzó su primera enseñanza diciendo a sus oyentes que tomaran el Camino Medio, la senda intermedia entre el ascetismo extremo por un lado y la indulgencia sensual por otro. Esta exhortación a la moderación subyace en gran parte del pensamiento budista a lo largo de los siglos y en todas las tradiciones.

La época de Buda fue un período de gran agitación y experimentación religiosa. Los renunciantes errantes de diversas sectas, que buscaban la realización espiritual y la liberación del sufrimiento de la vida, se convirtieron en una visión común en la llanura del Ganges. Antes de ser conocido como el Buda, o el Despierto, era Siddhartha Gautama, un noble rico que vivía en el lujo. Pero más tarde abandonó su hogar, renunció a ese estilo de vida y abrazó el otro extremo, convirtiéndose en un asceta que practicaba austeridades mortificantes. Las estatuas que representan este periodo de la vida de Buda muestran una figura demacrada con todas sus costillas visibles mientras está sentado meditando. Se dice que sobrevivía con sólo unos granos de arroz al día.

En última instancia, Buda se dio cuenta de que tanto la indulgencia como la privación eran igualmente inútiles, incluso perjudiciales para su objetivo de alcanzar el despertar. La leyenda dice que este momento de conciencia ocurrió el día antes de su iluminación. Próximo a la muerte, el Buda abandonó sus prácticas austeras y a los ascetas con los que había estado practicando, y poco después se encontró con una joven llamada Sujata, que le ofreció una comida de arroz y leche, restaurando su energía. Habiendo encontrado fallos en ambos extremos, el Buda abrazó un camino intermedio, el Camino del Medio. En su primer sermón, expuso este Camino Medio junto con el óctuple camino y sus prescripciones para el comportamiento correcto.

El camino medio informa gran parte del pensamiento budista, incluso sus conceptos más abstractos. Por ejemplo, una vez que se le preguntó al Buda si el yo existe o no, guardó silencio. Después le dijo a un estudiante que si hubiera respondido que sí, habría estado promoviendo el concepto de eternismo; si hubiera respondido que no, habría estado promoviendo el aniquilacionismo o nihilismo. En medio, en su silencio, estaba el camino del medio.

A medida que el pensamiento y la práctica budistas se desarrollaron, el concepto se aplicó a cualquier dualismo, o par diametralmente opuesto (sujeto/objeto, samsara/nirvana, parte/todo). La escuela Madhyamaka, fundada varios cientos de años después de la vida del Buda histórico, toma su nombre del término sánscrito para el camino medio, madhyama-pratipad. El monje-filósofo Nagarjuna (siglos II-III d.C.), que fue el modelo de esta escuela, aplicó el camino medio a la existencia y a la no existencia: Entre los dos opuestos se encuentra el vacío, o sunyata, que no es la nada sino un vasto potencial creativo, argumentaba. El Camino Medio es igualmente fluido y está lleno de posibilidades, tanto para el pensamiento budista como para nuestras vidas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *