• 2 de noviembre de 2012
  • Un resumen de noticias de GoodTherapy.org
  • Algunas personas se abruman emocionalmente cuando ven o sostienen a un bebé pequeño. Desarrollan un anhelo de tener un bebé, incluso cuando ya pueden tener hijos. En la cultura popular, este fenómeno se conoce como «fiebre del bebé». Este tipo de suceso puede ocurrirle prácticamente a cualquiera. Sin embargo, parece afectar sólo a ciertas personas, mientras que otras parecen ser inmunes. La curiosa naturaleza de la «fiebre del bebé» interesó a Gary L. Brase, del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Kansas, por lo que decidió llevar a cabo una serie de estudios para determinar si había causas biológicas para el fenómeno y por qué se produce.

    Brase reclutó a 853 adultos jóvenes no estudiantes y a 337 estudiantes universitarios y midió su deseo de tener un bebé, si este deseo difería según el género y cómo se relacionaba con el deseo sexual, las emociones y la experiencia con otros niños. Tras un examen exhaustivo, Brase encontró pruebas de la existencia de la «fiebre del bebé». «Hay tres factores que subyacen fuerte y consistentemente al deseo de tener un bebé: La exposición positiva, la exposición negativa y las compensaciones», escribió Brase. Un factor que contribuyó a la «fiebre del bebé» fue la experiencia positiva con los niños. Las personas que habían tenido malas experiencias con los niños eran menos propensas a desarrollar la «fiebre del bebé» que las que sólo habían tenido buenas experiencias. Las compensaciones también desempeñaron un papel importante. Los participantes que se sentían cómodos intercambiando tiempo, intimidad, recursos financieros y energía por un bebé tenían un mayor riesgo de padecer «fiebre del bebé» en comparación con los que estaban menos dispuestos a intercambiar esos productos.

    Aunque Brase descubrió que el deseo de tener un bebé estaba presente en hombres y mujeres por igual, era más evidente en las mujeres. También observó que el deseo de sexo era muy diferente al deseo de un bebé para ambos sexos. A pesar de que el sexo conduce a los bebés, el deseo reproductivo/sexual es independiente del deseo de criar y ser padre. Los resultados de este estudio muestran claramente que la «fiebre del bebé» es un hecho único que no está relacionado con la motivación sexual ni con las expectativas culturales, pero las investigaciones futuras deberían profundizar en los orígenes psicológicos.

    Referencia:
    Brase, Gary L., y Sandra L. Brase. Regulación emocional de la toma de decisiones de fertilidad: ¿Cuál es la naturaleza y la estructura de la «fiebre del bebé»? Emotion 12.5 (2012): 1141-154. Imprimir.

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