Un bebé sólo respira por la nariz, por lo que la congestión es un motivo de preocupación, ya que no tiene un conducto sinusal abierto desde la nariz hasta la garganta. Administrar medicamentos a un bebé es complicado, ya que es difícil acertar con la dosis y puede que el medicamento ni siquiera sea efectivo. Se pueden probar varios remedios caseros como primera línea de respuesta para ayudar a aliviar la mucosidad en el pecho del bebé.

Haga funcionar la ducha para que el baño tenga vapor. Lleva a tu bebé al baño con vapor, permaneciendo allí durante unos 10 o 15 minutos. Supervisa al bebé en todo momento durante el vapor, y asegúrate de que no esté en la trayectoria directa del vapor, que debería aflojar la congestión, facilitando que el bebé la escupa.

Da al bebé un baño relajante con agua tibia. Asegúrese de que el agua no queme al bebé. El agua caliente aflojará la mucosidad del bebé, facilitando que la escupa.

Haga funcionar un vaporizador en la habitación del bebé para crear vapor. Supervise al bebé mientras el vaporizador está funcionando, asegurándose de que ninguna de sus extremidades esté expuesta al vapor. Los vapores aflojarán la mucosidad del bebé, permitiéndole escupirla más fácilmente.

Consigue en la farmacia local un masaje para el pecho que esté formulado para la eliminación de la mucosidad en los bebés. Masajea el pecho con este producto, y la aromaterapia, combinada con la acción de masaje, debería ayudar a aflojar la mucosidad para que el bebé pueda escupirla.

Deja caer una o dos gotas de suero fisiológico infantil en spray que puedes comprar en una farmacia local en las fosas nasales del bebé. Hazlo en una fosa nasal cada vez, e introduce el líquido con un cuentagotas, mientras el bebé está tumbado o inclinado suavemente hacia atrás. El líquido ayudará a ablandar la mucosidad dura. Retira suavemente la mucosidad desprendida con una jeringa de pera.

Irrigar las fosas nasales del bebé con leche materna. Puedes poner unas gotas de leche materna en un algodón y, con el bebé tumbado o inclinado suavemente hacia atrás, puedes irrigar una fosa nasal cada vez. Este método ablanda la mucosidad de forma similar a la solución salina para bebés. Retire suavemente el moco aflojado con una jeringa de pera.

Advertencias

Monitoree el estado del bebé con el tiempo. Si el bebé tiene fiebre, los vómitos se convierten en diarrea o si tiene una dificultad persistente para respirar, póngase en contacto con un médico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *