¿Te ha aparecido una capa gruesa en la planta del pie y no sabes qué puede ser? Aunque se conocen popularmente como callos en la planta del pie, en realidad se denominan queratosis plantares o durezas. Se presentan cuando la parte externa de la piel se vuelve más gruesa debido a la acumulación de células muertas en esa zona.
Sin embargo, no hay que confundir este problema con las verrugas plantares, ya que estas se producen por el Virus del Papiloma Humano, el cual se introduce en nuestro cuerpo a través de las lesiones que tengamos en la zona del pie.
Aunque no se trata de un problema grave de salud, es recomendable que utilicemos algunos tratamientos para quitar callos en la planta del pie y evitar las molestias que los mismos causan.
¿Quieres sabes cuáles son las formas más eficaces de eliminar las durezas en la planta del pie? Sigue leyendo este artículo donde, además, te explicaremos por qué se producen las queratosis plantares y cómo podemos prevenirlas.
Causas de los callos en la planta del pie
Como ya hemos adelantado, las queratosis plantares, conocidas comúnmente como callos en la planta del pie, consiste en el engrosamiento de las capas más superficiales de la piel de esta parte del cuerpo.
La principal causa de los callos en la planta del pie es la fricción o la presión constante que se produce en esta zona, lo cual activa un mecanismo de protección de la piel que provoca este engrosamiento debido al aumento de células muertas en la zona plantar, especialmente, en los talones y la región metatarsiana.
Pero, ¿cómo se produce la fricción en esta parte del pie? A continuación, te explicaremos qué factores influyen en la aparición de durezas en la planta del pie:
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Uso de calzado inadecuado: los zapatos demasiado ajustados o con una punta estrecha pueden ejercer más presión de lo normal en nuestro pie, favoreciendo la aparición de estos callos. También aquellos zapatos que no ofrecen la amortiguación adecuada pueden favorecer la formación de callos en la planta del pie.
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No usar calcetines de forma habitual: algunas personas prefieren utilizar zapatos cerrados sin calcetines, pero esta costumbre favorece el roce y una mayor presión en el pie, dando origen a callos en la zona.
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Apoyo incorrecto del pie: una pisada incorrecta o no apoyar bien el pie debido al tipo de calzado que usamos, por ejemplo los tacones, puede ejercer más presión en una región que otra del pie al caminar puede aumentar las durezas plantares.
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Falta de hidratación en el pie: la deshidratación de la piel es un factor que favorece la acumulación de descamaciones y células muertas, especialmente, en los talones.
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Ciertas condiciones en el pie: las personas con juanetes, dedo del pie en martillo u otras patologías son más propensas a desarrollar queratosis plantares.
Síntomas de los callos plantares
Para distinguir entre este tipo de durezas y otras condiciones que aparecen en esta zona, como las verrugas plantares, es importante distinguir los síntomas de los callos en la planta del pie. A continuación te los detallamos:
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Área de piel engrosada y endurecida en la planta del pie.
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La zona endurecida se presenta un poco más elevada que el resto de la piel.
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La dureza tiene un color ligeramente amarillo
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Descamaciones o piel reseca en la zona
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Al tocar la queratosis, la piel se siente áspera y falta de hidratación.
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Este tipo de callos, aunque por sí solos no suelen doler, pueden generar molestias en la zona tras pasar un rato caminando.
Tratamiento para callos en la planta del pie
Quitar callos en la planta del pie no es una misión imposible, pero para conseguirlo es recomendable que inicies un tratamiento específico para este problema que te permita suavizar nuevamente la zona y reducir las molestias, además de tomar medidas para evitar que estas durezas se sigan formando.
Por eso lo mejor es consultar al farmacéutico sobre las distintas alternativas que existen. Una de ellas es el Tratamiento para callos de Scholl, adecuado tanto para callos encima de los dedos como en la planta del pie, que alivia las molestias y proporciona mejoras visibles en 5 días.
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El tratamiento para callos en la planta del pie de Scholl es rápido y efectivo, además puede usarse para tratar varios callos. Sin embargo no deb aplicarse en callos neurovasculares y ojos de gallo. Si sufres problemas circulatorios o diabetes, se recomienda consultar al médico antes de aplicar cualquier tratamiento en los pies.
Además, es recomendable cambiar algunos hábitos para quitar los callos en la planta del pie de forma efectiva:
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Usa siempre calcetines con los zapatos cerrados para reducir la presión y el roce.
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Usa zapatos de tu talla y cómodos, evitando aquellos que resultan muy estrechos en la parte delantera. Además, es importante que ofrezcan una buena amortiguación.
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Aumenta la amortiguación que ofrecen tus zapatos utilizando plantillas de gel con tu calzado, lo que te permitirá caminar de forma cómoda reduciendo el impacto al que están sometidos tus pies.
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Si padeces de condiciones podológicas, como juanetes o dedos en martillo, visita al podólogo para que te recomiende el calzado más adecuado que te ayude a evitar callos en la planta del pie.
Sin embargo, si a pesar de utilizar los métodos que te hemos indicado, los callos en la planta del pie persisten y se vuelven tan dolorosos que llegan hasta dificultar tu rutina diaria, será imprescindible que acudas al médico para que te asigne un tratamiento más adecuado.
Cómo prevenir callos en la planta del pie
Si has tenido en el pasado durezas en los pies, es bueno que sepas que prevenir los callos en la planta del pie es posible siguiendo algunas simples recomendaciones:
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Elige bien el calzado: como ya hemos apuntado, es importante escoger zapatos cómodos, que amortigüen y que tengan el espacio adecuado para nuestro pie.
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Cambia habitualmente de zapatos: rotar el calzado es importante para impedir que la fricción se produzca siempre en la misma zona del pie.
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Mantén tus pies hidratados: aplica a diario cremas humectantes específicas para esta zona para evitar la descamación.
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Limita el uso de zapatos con tacón alto: de esta manera, evitarás ejercer más presión en unas zonas que en otras de los pies.