Las contracciones musculares, también conocidas como fasciculaciones, tienen muchas causas comunes. Entre ellas se encuentran:
Esfuerzo excesivo
La tensión o el uso excesivo de un músculo puede causar fasciculaciones.
Cuando una persona realiza un ejercicio vigoroso o durante un periodo prolongado, puede experimentar fasciculaciones musculares.
Las investigaciones sugieren que estas fasciculaciones musculares pueden producirse después del ejercicio por dos razones:
- En primer lugar, el ejercicio puede provocar fatiga muscular. La fatiga muscular desencadena contracciones y calambres en las fibras musculares sobrecargadas.
- En segundo lugar, el ejercicio puede causar un desequilibrio de electrolitos a través del sudor. Los electrolitos desempeñan un papel en la contracción muscular. Una pérdida de electrolitos dentro de las fibras musculares puede desencadenar contracciones.
- una dieta pobre
- beber demasiado alcohol
- diarrea
Los brazos y las piernas son lugares comunes para experimentar las contracciones musculares que provoca el sobreesfuerzo. Los músculos más trabajados son los más propensos a sufrir fasciculaciones, que pueden incluir la pantorrilla, el muslo o el bíceps, dependiendo del ejercicio.
No dormir lo suficiente
Las sustancias químicas del cerebro, o neurotransmisores, desempeñan un papel en la transmisión de información desde el cerebro a los nervios que controlan la contracción muscular.
La privación del sueño puede afectar a cómo funcionan los receptores de los neurotransmisores. Esto significa que el exceso de neurotransmisores puede acumularse en el cerebro.
El impacto que la falta de sueño tiene en la función de los neurotransmisores puede provocar contracciones musculares.
Un lugar común en el que se experimentan espasmos musculares por el cansancio es en el párpado.
Caffeína
Tomar demasiado café, té o bebidas energéticas que contengan cafeína puede causar espasmos musculares.
La cafeína es un estimulante. Cuando una persona toma demasiada, la cafeína puede estimular las contracciones musculares en cualquier parte del cuerpo.
Déficit de calcio
El cuerpo necesita calcio para apoyar el correcto funcionamiento de los músculos. Tener una deficiencia de calcio puede causar espasmos musculares. La deficiencia de calcio se conoce como hipocalcemia.
Las personas pueden obtener calcio de los productos lácteos, la soja, el tofu, los frutos secos y las verduras de hoja verde.
Deficiencia de magnesio
El magnesio también desempeña un papel en el mantenimiento de los nervios y los músculos. El magnesio ayuda a transportar el calcio a través de las membranas celulares para apoyar la función nerviosa y muscular.
Tener una deficiencia de magnesio puede causar espasmos musculares en cualquier parte del cuerpo, incluyendo la cara. La deficiencia de magnesio se conoce como hipomagnesemia.
Las causas de la deficiencia de magnesio incluyen:
Si las personas no abordan una deficiencia de magnesio, puede aumentar su riesgo de enfermedad cardiovascular.
Deficiencia de vitamina D
Los nervios necesitan vitamina D para transportar mensajes hacia y desde el cerebro a los músculos del cuerpo. Tener una deficiencia de vitamina D puede causar debilidad y espasmos musculares.
Las causas de la deficiencia de vitamina D incluyen la falta de exposición al sol y una mala alimentación.
Deshidratación
La masa muscular es hasta un 75 por ciento agua. El agua también ayuda a transportar nutrientes y minerales a los músculos para apoyar su función.
Cuando una persona no bebe suficiente agua, puede desarrollar deshidratación. Tener deshidratación puede provocar tensiones musculares.
Estrés y ansiedad
Experimentar estrés psicológico o altos niveles de ansiedad puede provocar un exceso de tensión muscular. Esta complicación puede provocar contracciones musculares.
Las contracciones musculares causadas por el estrés pueden producirse en cualquier parte del cuerpo.
Ciertos medicamentos
Ciertos medicamentos pueden provocar contracciones musculares involuntarias. Esta reacción puede ser un efecto secundario o deberse a las interacciones con otros medicamentos.
Las personas pueden hablar de los efectos secundarios y las interacciones de los medicamentos con el médico cuando toman un nuevo medicamento.