Todos los años, en la Boston Seafood Expo, ponemos nuestra enorme exposición de ostras y mariscos vivos. Y todos los años recibimos miradas de sorpresa de la gente que se asombra de que existan tantas variedades de ostras, y más aún en un solo lugar. La mayoría se acerca a nosotros y nos pregunta: «¿Cómo hay tantas variedades de ostras?». Es una pregunta que nos hacen muy a menudo, así que pensamos que merecía la pena compartirla con todos. Para responder a esta compleja pregunta, tenemos que revisar los fundamentos de las ostras.
Hay tres factores fundamentales que hacen que una ostra sea «única»: su especie, su entorno y su método de cultivo. La palabra única está entre comillas porque muchos en la industria alimentaria consideran que dos ostras, que pueden ser exactamente iguales, pero con marcas diferentes, son variedades propias. La diferenciación de marcas debido al aumento de la comercialización ha cambiado definitivamente el panorama de los productos. Por lo tanto, para tener en cuenta esta tendencia, hay realmente CUATRO factores que hacen que una ostra sea única: su especie, el entorno, el método de cultivo y la marca.
Si recuerdas tu clase de matemáticas en el instituto, probablemente aprendiste algo sobre combinaciones y permutaciones (quién iba a pensar que las matemáticas serían relevantes para las ostras). En esencia, el número de variedades en el mundo es igual a las combinaciones únicas de esos cuatro factores. Por ejemplo, una Crassostrea virginica cultivada en la playa de Puget Sound, WA, alias la ostra Totten Virginica, es diferente de una Crassostrea gigas cultivada en la playa de Puget Sound, WA, alias la ostra Totten Inlet. La principal diferencia entre estas dos ostras es su especie, pero hace que su sabor y su aspecto sean increíblemente diferentes. Entender estos factores ayudará a explicar por qué existen tantas variedades de ostras.
Factor 1: La especie de la ostra
Hay muchas especies dentro de la familia de las ostras, Ostreidae, sin embargo, no todas son comestibles. La familia está formada por más de 10 géneros, pero las especies de ostras comestibles más comunes proceden de los géneros Crassostrea, Ostrea y Saccostrea. Las siguientes son las especies más conocidas que se consumen comercialmente o se cultivan en la actualidad:
Crassostrea virginica — Ostras del Este
Crassostrea gigas — Ostras del Pacífico
Crassostrea sikamea — Ostras de Kumamoto
Ostrea edulis — Belon Oysters
Ostrea lurida/conchapila — Olympia Oysters
Saccostrea glomerata — Sydney Rock Oysters
Hay otras ostras comestibles como Mangrove Oysters (Crassostrea gasar), pero normalmente no están disponibles comercialmente. No hace falta decir que la especie de una ostra es importante porque juega un papel enorme en la determinación de su sabor general y la forma de su concha.