El juego duro es parte de la diversión de ser un perro. Jugar es una forma de que los perros exploren su mundo y socialicen con otros animales y personas. Es completamente normal, seguro y saludable en la mayoría de los casos, pero puede llegar a ser peligroso si va demasiado lejos. Los perros pueden jugar a morder, embestir, manotear e incluso ladrarle a usted o a otros perros durante el juego, pero normalmente lo harán de forma suave y amistosa. Sin embargo, las actividades lúdicas pueden empeorar si el perro empieza a morder o a jugar de forma que dañe a las personas o a otros animales. Estos son algunos consejos sobre cómo evitar el juego brusco.
Desaconsejar el comportamiento brusco
A veces las personas pueden influir en los perros para que se comporten de forma brusca, sobre todo si ellas mismas utilizan sus manos, brazos o piernas mientras juegan con el perro. Se recomienda comportarse de forma suave con el perro y utilizar juguetes para jugar con él en lugar de su cuerpo. Parte de este comportamiento se aprende de otros perros que juegan de forma brusca en general o de perros más grandes que el suyo. Si nota que este comportamiento puede estar influenciado por otra persona o perro, entonces cese la actividad entre las dos partes.
Para evitar que un cachorro crezca y se convierta en un perro de juego brusco o agresivo, nunca debe jugar al «tira y afloja» o a otros juegos de tipo dominante con él, a menos que esté preparado para ganar siempre. Además, deje siempre claro que todos los juguetes son suyos y que usted decide cuándo y con qué puede jugar su cachorro, y que sólo tiene uno o dos juguetes a la vez. Si un perro tiene demasiados juguetes, puede empezar a acapararlos en un lugar seguro para sentirse más poderoso.
Deja que el perro se calme
Esteriliza a tu perro
Para los perros, jugar consiste principalmente en ejercer dominio sobre otro perro, juguete o persona. Castrar a su perro puede ayudar a reducir algunos de estos impulsos, hacerlos más dóciles y más fáciles de manejar. Esto puede ser algo a considerar si su perro tiene un historial de mostrar mucha agresión hacia las personas o los animales.
Detenga los incidentes antes de que comiencen
A veces puede ser difícil distinguir el juego de un encuentro violento, pero una de las mejores maneras de detenerlo es romperlos antes de que comiencen. Por lo general, los perros parecerán estar en un estado de ánimo jovial durante el juego y pueden inclinarse hacia adelante, gruñir o incluso ladrar un poco. Conozca el lenguaje corporal de su propio perro para poder detectar los signos de agresión antes de que se intensifique. La situación puede salirse de control si los perros empiezan a enseñar los dientes, a gruñir en tono bajo o a chillar cuando les muerden. Preste mucha atención si un perro pequeño y otro grande juegan juntos porque el más pequeño podría resultar herido aunque estén jugando.
Jugar es una parte saludable de la socialización de los perros y es algo que definitivamente hay que fomentar. Por otro lado, el juego brusco puede ser peligroso para usted y su perro, ya que puede dar lugar a mordeduras u otras lesiones a usted o a otra mascota. Si la situación se torna demasiado intensa, lo mejor es retirar al perro para someterlo a una sesión de tiempo muerto. Por favor, consulte con su veterinario si parece que hay un problema de comportamiento más grave, o si el comportamiento de su perro cambia bruscamente.