Hacer listas no sólo desordena tu cerebro y libera energía mental, sino que maximiza tu uso del «tiempo encontrado». El tiempo encontrado son esos 15 minutos que tienes porque tu reunión terminó temprano, una cita cancelada o estás esperando que tus hijos salgan del entrenamiento de fútbol. En lugar de preguntarte qué debes hacer a continuación, la lista te permite maximizar este tiempo sabiendo qué llamadas telefónicas debes hacer, qué recado puedes hacer o qué información necesitas buscar en Internet. Lleva tu lista contigo. Consigues hacer muchas cosas sin añadir más citas a tu día, y al mismo tiempo puedes desestresarte.
Hacer listas nos devuelve la sensación de control. Me encanta tachar elementos de una lista. Me hace sentir que he logrado algo y me da una mayor satisfacción. Además, no tengo que preguntarme si he completado una tarea. Si está tachada, ya no me preocupa.
Pide ayuda a tus amigos y familiares. Establecer las cosas que necesitas hacer a corto y largo plazo organiza tu vida de forma que te permite pedir ayuda. Me he dado cuenta de que, a pesar de que me gusta tener el control y hacer las cosas yo misma, para mantener la cordura y, en última instancia, alcanzar mi objetivo de una vida equilibrada, necesito pedir ayuda. En lugar de tenerlo todo en la cabeza, hacer una lista me permite delegar. ¿Cuántas veces te han preguntado si pueden ayudarte en el trabajo o en casa y no sabes por dónde decirles que empiecen? Sabes que te vendría bien una mano, pero no has organizado tus pensamientos lo suficiente como para dejar que te ayuden.
Las listas no son todo trabajo. Aunque estés tachando tareas cumplidas a diestro y siniestro, si tus listas sólo contienen tareas, puede convertirse en un trabajo pesado. No olvide incluir en su lista algo divertido que le haga ilusión. Puede ser algo tan sencillo como una llamada rápida a un amigo, quedar con tu marido para tomar una copa a solas o dedicar 10 minutos a ver el destino de tus próximas vacaciones en Internet. Si eres tan meticuloso como mi madre, tu lista diaria terminará con «ir a la cama». Ha cumplido con su día, y su recompensa es el descanso.
Por último, las listas no son sólo sobre el presente y el futuro. Son una herramienta útil para recordar la alegría de la vida, las cosas que nos hacen felices, los logros de los que te sientes orgulloso, tu lista de buen trabajo y tus razones para celebrar. Este tipo de lista puede ayudarte a hacer una pausa en una vida ajetreada para activar tu felicidad.