La buena digestión empieza en la boca. Cuando te tomas tiempo para disfrutar de tu comida, puedes masticar los alimentos y saborear realmente cada especia, hierba y textura.

Esto promueve una mejor satisfacción de la comida porque tu cuerpo es capaz de señalar a tu cerebro que estás lleno y no necesitas consumir más alimentos. Masticar la comida también permite a tu cuerpo absorber completamente los nutrientes y convertir los carbohidratos y la grasa en combustible. Por eso, hoy voy a explicar cómo tu sistema nervioso puede afectar a la forma en que procesas la comida y cómo puedes ayudar a tu sistema digestivo practicando algunas técnicas de alimentación consciente. Además, echa un vistazo a un rápido masaje de vientre que puedes hacer después de la comida para ayudar a la digestión.

Qué ocurre cuando el estrés afecta a la digestión

El sistema nervioso consta de dos partes: el central y el periférico. El sistema nervioso central incluye el cerebro y la médula espinal. Por otro lado, el sistema nervioso periférico se divide en tres subsistemas: el sistema autónomo, el somático y el entérico. El sistema nervioso autónomo controla muchas de las funciones inconscientes del cuerpo. Dentro del sistema autónomo, existen los sistemas nerviosos parasimpático y simpático. Cuando estás en un estado de estrés y tus niveles de cortisol aumentan, tu sistema nervioso simpático toma el control y detiene la digestión. Toda tu energía se moviliza para dar una respuesta de lucha o huida.

El estrés también puede causar inflamación en el estómago y el intestino, por lo que podrías experimentar problemas gastrointestinales, como diarrea y estreñimiento. Practicar técnicas de alimentación consciente, como sentarse, masticar y evitar el tiempo de pantalla, te ayuda a reducir el estrés y evitar la alimentación emocional. También permite que el sistema nervioso parasimpático tome el control. A diferencia del sistema nervioso simpático, el sistema nervioso parasimpático hace que tu cuerpo entre en modo «descansar y digerir».

Tu sistema nervioso parasimpático promueve la relajación y envía señales al hígado, los intestinos delgado y grueso, el páncreas, los riñones y el colon. El sistema nervioso parasimpático también desencadena la salivación para descomponer los alimentos y contrae los músculos para que la comida sea capaz de pasar de un órgano digestivo a otro.

Cómo funciona tu sistema digestivo

Como he explicado antes, una buena digestión comienza con la masticación de los alimentos. Después de masticar, la comida viaja al esófago, el órgano largo en la zona del cuello que conecta la boca con el estómago. Una vez que los alimentos llegan al estómago, permanecen allí hasta ocho horas mientras las enzimas digestivas los procesan y los liberan en el torrente sanguíneo.

Después, el intestino delgado recibe los alimentos del estómago. La digestión se produce realmente en el intestino delgado porque es ahí donde se produce el «trabajo» de absorción de los nutrientes. Antes de que los alimentos pasen al intestino grueso, el hígado recibe los nutrientes del intestino delgado y segrega bilis para digerir las grasas. También crea las sustancias químicas necesarias para llevar a cabo las funciones corporales.

El hígado actúa esencialmente como un filtro y elimina las toxinas dañinas del torrente sanguíneo. Su páncreas también juega un papel clave en la digestión mediante la producción de enzimas que descomponen las proteínas, los carbohidratos y las grasas. El páncreas crea la insulina que metaboliza el azúcar y la libera en el torrente sanguíneo. Además, está la vesícula biliar, que almacena la bilis del hígado para digerir la grasa.

Una vez que los nutrientes se absorben completamente en el intestino delgado, los alimentos pasan al intestino grueso (también conocido como colon), donde se convierten en heces. Las heces son en su mayoría restos de comida o fibra no digerida y bacterias. Una vez que su colon se llena de heces, las libera en el recto, donde pasan a través del ano para su eliminación.

Masaje de 2 minutos en el vientre para una mejor digestión

Puede promover una mejor digestión comiendo lentamente y no engullendo su comida. Toma sorbos de agua entre bocados para ayudar a tu cuerpo a descomponer la comida y permitir que pase por el esófago hasta tu estómago. Pero a veces el cuerpo necesita otra ayuda. Otra forma de facilitar la digestión es realizar un masaje abdominal de dos minutos. Cuando estás estresado, tus tejidos abdominales tienden a tensarse, lo que puede causar cambios en el intestino y desencadenar una respuesta de lucha o huida de la que hablé antes.

Al realizar un simple masaje de dos minutos en el vientre antes de una comida, puedes indicar a tu sistema nervioso parasimpático que necesitas relajarte y que es hora de comer. ¿Recuerdas la conexión cerebro-intestino que traté en un post anterior? Pues eso es exactamente lo que es. Este masaje abdominal puede ayudarte a practicar la respiración y a poner tu cuerpo, mente e intestino en modo «descanso y digestión». A continuación te explicamos cómo hacerlo:

1. Túmbate boca arriba con las rodillas dobladas. Coloca tus manos sobre tu vientre y masajéalo con movimientos circulares con las palmas de las manos y las yemas de los dedos.

2. Aplica una suave presión en las zonas que sientas sensibles o que tengan inflamación. Muévete lentamente del lado izquierdo al derecho del abdomen y luego a lo largo de la parte inferior de la caja torácica. Repite durante unas cuantas vueltas alrededor de tu vientre hasta que las zonas doloridas o tensas se sientan más relajadas.

Recursos adicionales:

  • 10 alimentos amargos para mejorar la digestión
  • Guía de probióticos
  • Cómo vencer la hinchazón del vientre

Aplausos

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