Un cangrejo ermitaño terrestre es una mascota extraordinaria por su capacidad de hacer amigos que llaman la atención y son fáciles de cuidar. Los cangrejos ermitaños no son portadores de enfermedades, son hipoalergénicos, son ordenados y limpios y no requieren mucho espacio para vivir. Es divertido jugar con ellos por su naturaleza inquisitiva y su marcado carácter. A diferencia de otros cangrejos, el cangrejo ermitaño de tierra no es agresivo y no se molesta cuando la gente lo manipula. Debido a su carácter sociable, se recomienda tener más de un cangrejo. A continuación se explica cómo cuidar un cangrejo ermitaño.
- Los cangrejos ermitaños requieren humedad. Aunque vivan en tierra, respiran a través de sus branquias. Para que las branquias funcionen correctamente, deben permanecer húmedas. Mantén una gran esponja húmeda en la jaula para que el cangrejo pueda mantenerse húmedo arrastrándose bajo ella y permaneciendo allí durante un tiempo. Asegúrese de que la esponja esté siempre húmeda.
- Los cangrejos ermitaños se sienten más cómodos a temperaturas de entre 70 y 80 grados Fahrenheit (21 a 26,6 grados Celsius). Asegúrese de que la habitación donde vive el cangrejo sea cálida y húmeda. Manténgalo alejado de las habitaciones con aire acondicionado, ya que los aires acondicionados secan el aire.
- Los cangrejos ermitaños necesitan un poco de agua. Mantenga un plato pequeño y poco profundo con agua fresca en la jaula del cangrejo. Si el plato es demasiado profundo, el cangrejo podría caerse dentro y ser incapaz de arrastrarse fuera. Si eso ocurriera, el cangrejo se ahogaría.
- Los cangrejos ermitaños no son muy exigentes a la hora de comer. Puede darles de comer una amplia variedad de alimentos que van desde las verduras hasta la fruta, e incluso comerán mantequilla de cacahuete. Puede alimentarlos con todo tipo de restos de la mesa, incluyendo trozos de carne. Es aconsejable darles alimentos que contengan calcio .
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