¿Sabías que puedes cultivar menta como planta de interior? Imagina recoger tu propia menta fresca para cocinar, infusiones y bebidas siempre que lo necesites. Cultivar menta en el interior durante todo el año es fácil si se le dan los cuidados adecuados.

Cuidados de la planta de menta de interior

¿Qué cómodo sería poder cultivar menta de interior para todas tus necesidades culinarias? La menta piperita (Mentha x piperita) es resistente en las zonas USDA 5 a 9 en el exterior, pero puedes cultivarla fácilmente en el interior también, siempre que tengas en cuenta algunas cosas.

Un aspecto muy importante a tener en cuenta para cultivar menta en el interior es tener la maceta adecuada para cultivarla. Elige una maceta más ancha que alta y que tenga un agujero de drenaje. La razón es que la menta enviará estolones y se extenderá horizontalmente con bastante rapidez. A medida que los estolones crecen, la menta se extiende y tendrás más para cosechar.

No es necesario colocar más de una planta en una maceta porque las plantas de menta son de crecimiento muy agresivo y llenarán rápidamente la maceta.

Coloque su planta de menta justo delante de una ventana y déle todo el sol directo que pueda en el interior. Necesitará al menos de cuatro a seis horas de sol directo para obtener los mejores resultados. Las ventanas orientadas al sur son ideales. Tendrás que girar la maceta con frecuencia para que la planta crezca recta; de lo contrario, se inclinará toda hacia un lado, hacia la ventana. Si carece de un alféizar suficientemente soleado, puede cultivar estas plantas fácilmente bajo una luz de cultivo o un fluorescente.

La menta de interior prefiere un suelo bastante húmedo. Entre los riegos exhaustivos, deje que la pulgada superior (2,5 cm.) se seque y luego vuelva a regar. Dependiendo de si está cultivando en una maceta de terracota frente a una de plástico o cerámica vidriada, y también de la cantidad de luz que le dé a su planta, el tiempo entre riegos variará. Basta con palpar la tierra con el dedo. No permita nunca que su planta de menta se asiente en el agua y asegúrese de desechar cualquier exceso de agua que se acumule en el platillo debajo de la planta. A las plantas de menta no les gusta tener los pies mojados.

Las plantas de menta son susceptibles a la roya. Una forma de evitarlo es no rociar nunca las plantas ni mojar las hojas, especialmente si la circulación del aire es escasa, como suele ocurrir en muchos lugares de interior.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *