Imagina que entras en un ascensor vacío para llegar al piso 30 de tu edificio de oficinas. El ascensor sube unos cuantos pisos y entran dos personas. Aunque no está tan lleno, empiezas a sentirte incómodo. Te empiezan a sudar las palmas de las manos, te sientes algo mareado y hay una extraña sensación de incomodidad que burbujea bajo la superficie.

miedo a las multitudes

Mientras tanto, entra otra persona, y ahora el espacio está lo suficientemente lleno como para que toques los hombros con la persona de tu izquierda.

El ambiente se está volviendo bastante tenso (al menos en tu cabeza), y lo único que puedes pensar es en salir de allí lo antes posible.

Para cuando llegas a la planta 20, ya estás fuera del ascensor, jadeando y con la sensación de que acabas de evitar la muerte.

Esto no es más que un atisbo de lo que luchan las personas con enochofobia.

¿Qué es la enochofobia?

La enochofobia es un tipo específico de fobia que se caracteriza por un miedo intenso, excesivo e irracional que experimentas siempre que te encuentras en espacios abarrotados.

La ansiedad que sientes como resultado de esta fobia puede ser lo suficientemente insoportable como para que recurras a conductas de evitación.

Dado el mundo globalizado en el que vivimos hoy en día, las aglomeraciones son relativamente comunes, y hay muchas situaciones en las que la gente se reúne en gran número (plazas, centros comerciales, supermercados, conciertos, etc.).

El Covid-19 ha supuesto definitivamente un alivio para las personas que sufren de aglomeraciones. La realidad de esta pandemia mundial ha hecho que la gente quiera evitar las aglomeraciones, pero eso sólo durará mientras el mundo anhele los viejos rituales.

Antes de Corona era prácticamente imposible asistir a un evento social o de networking sin estar en compañía de otras personas.

Tratar con la enoclofobia puede tener un impacto profundamente negativo en tu vida personal y profesional.

Por un lado, esta fobia puede limitar significativamente tu capacidad de funcionamiento, ya que es posible que no puedas participar en eventos sociales o viajar por diferentes lugares donde haya mucha gente. Por otro lado, es posible que a menudo te encuentres en situaciones en las que es prácticamente imposible evitar una multitud. Y cuando eso ocurre, la ansiedad que experimentas puede ser lo suficientemente fuerte como para desencadenar un ataque de pánico en toda regla.

¿Qué causa la enoclofobia?

La enoclofobia, como cualquier otro tipo de fobia, es un miedo irracional aprendido que puede ser el resultado de una experiencia traumática.

Si te ocurrió algo malo mientras estabas en un espacio lleno de gente, lo más probable es que desarrolles esta fobia.

Además, los expertos creen que los factores biológicos también pueden influir en el desarrollo de las fobias, ya que algunas personas pueden ser más vulnerables a ciertos estímulos.

Signos y síntomas de la enochofobia:

Al igual que cualquier otro tipo de fobia, la enochofobia va acompañada de una amplia gama de síntomas físicos, cognitivos y conductuales como:

  • Mareos y dolores de cabeza
  • Aumento de la frecuencia cardíaca y respiración superficial
  • Náuseas y vómitos
  • Temblores y tensión muscular
  • Pupilas dilatadas
  • Pensamientos negativos
  • .
  • Sentimientos de peligro inminente
  • Depersonalización
  • Llorar
  • Niebla cerebral
  • Comportamiento de evitación

Opciones de tratamiento para la Enoclofobia

Terapia de exposición

Las terapias basadas en la exposiciónbasadas en la exposición abarcan varios enfoques conductuales diseñados para exponer a los individuos con fobias a los estímulos que temen.

Desde una perspectiva conductual, las fobias específicas se mantienen debido a la evitación de los estímulos. Y cuando la evitación se convierte en tu estrategia de referencia, te robas la oportunidad de aprender que puedes tolerar el miedo.

A través de la exposición gradual, aprendes que el miedo no es tan insoportable como crees que es y que este sentimiento puede desvanecerse (y finalmente desaparecer) por sí mismo.

La evidencia actual sugiere que las terapias basadas en la exposición son algunas de las estrategias más eficaces para tratar las fobias específicas.

Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las intervenciones terapéuticas más populares, que abarca una amplia variedad de problemas emocionales y conductuales.

Dentro del paradigma cognitivo-conductual, los consejeros y terapeutas enfatizan la relación entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos.

El principio básico es que tus decisiones y comportamientos están determinados principalmente por la forma en que interpretas las situaciones y eventos que la vida te depara.

En otras palabras, no es el espacio lleno de gente lo que te hace sentir ansioso (y determina que evites un lugar) sino los pensamientos que pasan por tu cabeza durante esa situación concreta y las interpretaciones que atribuyes a tus sensaciones corporales.

Los estudios indican que la TCC se encuentra entre los enfoques de tratamiento más eficaces cuando se trata de fobias específicas (y de trastornos de ansiedad en general).

Terapia de realidad virtual

Los recientes avances tecnológicos y digitales han aportado mejoras significativas al panorama de la salud mental.

Gracias a los dispositivos de realidad virtual, las personas que luchan contra diferentes formas de ansiedad (especialmente las fobias) pueden enfrentarse a situaciones y estímulos que inducen al miedo en un entorno virtual controlado.

Sin embargo, la terapia de exposición a la realidad virtual (TEAV) sólo cubrirá la etapa inicial del proceso. Tarde o temprano, habrá que enfrentarse a la situación o estímulo real para que el proceso de exposición tenga éxito.

Armados con unos auriculares de realidad virtual, los profesionales de la salud mental pueden ayudar fácilmente a los clientes a superar sus miedos y ansiedades.

En general, los expertos creen que la RV puede ser una herramienta valiosa para tratar fobias específicas, ya que proporciona un entorno seguro y controlado en el que se puede experimentar con ejercicios de exposición.

Medicación

En algunos casos, los síntomas de la enofobia pueden ser tan debilitantes que a los pacientes les resulta imposible ir a trabajar, recoger a sus hijos del colegio o realizar otras actividades vitales que impliquen enfrentarse a multitudes.

Cuando la terapia por sí sola no es suficiente, los profesionales de la salud mental pueden recetar medicamentos para la ansiedad, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Algunos ejemplos de ISRS son la sertralina (Lustral) y el escitalopram (Cipralex).

Aunque muchas personas son reacias a tomar medicación psiquiátrica, a veces es la única manera de disminuir la gravedad de los síntomas y seguir con diferentes estrategias y ejercicios psicoterapéuticos.

La mejor manera de determinar un curso de tratamiento apropiado para su enochofobia es consultar a un profesional autorizado que pueda evaluar su condición y ayudarle a superar el miedo y la ansiedad.

  1. K. B. Wloitzky-Taylor, J. D. Horowitz, M. B. Powers y M. J. Telch, «Psychological Approaches in the Treatment of Specific Phobias: A Meta-Analysis», Clinical Psychology Review, vol. 28, nº 6, pp. 1021-1037, 2008.
  2. A. L. Sigurvinsdóttir, K. B. Jensínudóttir, K. D. Baldvinsdóttir, O. Smárason y G. Skarphedinsson, «Effectiveness of Cognitive Behavioral Therapy (CBT) for Child and Adolescent Anxiety Disorders Across Different CBT Modalities and Comparisons: a Systematic Review and Meta-Analysis,» Nordic Journal of Psychiatry, vol. 74, no. 3, pp. 168-180, 2020.
  3. C. Botella, J. Fernández-Álvarez, V. Guillén, A. García-Palacios y R. Baños, «Recent Progress in Virtual Reality Exposure Therapy for Phobias: Una revisión sistemática», Current Psychiatry Reports, vol. 19, no. 42, 2017.
Alexander Draghici, MS, LCPC

Alexander Draghici es un psicólogo clínico licenciado y practicante de TCC. Su trabajo se centra principalmente en estrategias diseñadas para ayudar a las personas a manejar y prevenir dos de los problemas emocionales más comunes: la ansiedad y la depresión.

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