Deja de aguantar mierdas y aprende a dar la cara con estos 10 grandes trucos
Nos encontramos con mil situaciones al día que nos obligan a dar la cara. Sin embargo, a algunos nos puede costar sacar esa espina dorsal y mantenernos firmes. ¿Con qué frecuencia te defiendes? Probablemente menos de lo que deberías.
La mayoría de nosotros intentamos pasar por nuestro día a día lo más libre de conflictos posible – y eso es genial – pero también puede significar que nos pasen por encima. Podemos sentirnos realmente incómodos al hacernos valer en ciertas situaciones, y estar atrapados en situaciones tensas puede hacer aflorar recuerdos dolorosos e inseguridades.
«Las personas con un historial de traumas son más propensas a ser víctimas de futuros maltratos», dice la doctora Kim Chronister a la revista Bustle. Son este tipo de traumas los que nos llevan al maltrato en el trabajo y en las relaciones por igual.
Así que, si te sientes como un pusilánime o simplemente sientes que necesitas un empujón extra de autoestima, echa un vistazo a estas 10 sencillas formas de defenderte cada día.
Descubre lo que significa para ti defenderte.
Si eres una persona realmente pasiva, entonces tendrás que tomarte un segundo o dos para averiguar lo que significa para ti ser asertivo.
Ser asertivo no significa que tengas que pelear con los puños con cada persona que te mire mal. Adoptar una postura puede ser tan simple como decir «no» cuando estás cansado o simplemente negarte a escuchar a alguien que te desprecia. Tómate unos segundos para definir qué es para ti la asertividad y así podrás elaborar un plan para defenderte.
Está bien un poco de egoísmo.
La realidad es que sólo tenemos un número determinado de horas al día. Aunque pueda parecer amable llenar esas horas haciendo cosas para otras personas, es imprescindible cuidar de uno mismo.
Cuidar demasiado de los demás puede hacer que te sientas cansado y resentido. Está muy bien ayudar a los demás, pero hay un grave problema cuando regalas más felicidad de la que conservas para ti. No tengas miedo de decir que no y de tomarte ese «tiempo para mí».
Habla de forma deliberada y con intención.
Si tu compañero de piso hace un desastre y lo deja, ¿cuál es la mejor forma de abordarlo? ¿Deberías decirle a tu compañero de piso cómo te sientes o simplemente quedarte callado y calmarte a fuego lento?
Las probabilidades son que sabes lo que hay que hacer. Debes hablar con tu compañero de piso y abordar la situación antes de que se descontrole y provoque más frustraciones. No seas exigente, pero habla deliberadamente y con intención. Deja que los que te rodean sepan lo que necesitas y no tengas miedo de expresarlo en el momento y el espacio adecuados.
Cuenta hasta 10 antes de hablar.
Estupendo, ahora hablas deliberadamente. Eso no significa que vayas a entrar en el despacho de tu jefe en este mismo instante y darle el viejo «para qué».
Cuando llegue el momento de enfrentarse a un asunto, da un paso atrás y cuenta hasta 10 antes de cargar. Guarda lo que tengas que decir hasta que sea el momento perfecto: cuando estés tranquilo y la otra persona tenga más probabilidades de responder positivamente. Encuentra el momento adecuado para abordar tus problemas y asegúrate de que estás preparado para hacerlo antes de marchar a la batalla.
Haz del «no» tu palabra favorita.
De acuerdo, puede que sea un poco fuerte, pero el punto se mantiene. Si quieres defenderte con más eficacia, tienes que llegar a amar la palabra «no».