Ligamento LCL (Ligamento Colateral Lateral)

Antes de seguir discutiendo lo que es un desgarro del LCL (Ligamento Colateral Lateral o a menudo referido como Ligamento Colateral Fibular), es importante entender más sobre el ligamento LCL. La rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano y es absolutamente vital para casi todos los movimientos. Hay cuatro ligamentos situados en la rodilla que conectan los huesos de la parte inferior de la pierna con el fémur (ACL, MCL, LCL y PCL). ¿Dónde está el LCL? El ligamento LCL se encuentra en la parte exterior de la rodilla y conecta el fémur con el hueso más pequeño de la pierna (peroné). El LCL junto con el MCL son ambos ligamentos colaterales, lo que significa que se encuentran en el lado de la rodilla. El LCL controla el movimiento de lado a lado dentro de la rodilla.

Una lesión del LCL es muy común en los deportes de contacto como el fútbol y el fútbol. En este artículo, nos centraremos principalmente en lo que es un desgarro del LCL, pero es importante tener en cuenta que hay muchos tipos variados de lesiones del LCL.

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Desgarro del LCL

Al estar el LCL situado en la parte exterior de la rodilla, muchas veces cuando hay presión o contacto directo con la parte interior de la rodilla, lo que provocará un desgarro del LCL. También se sabe que los cambios rápidos de dirección causan desgarros del LCL porque el pie se planta en una posición incómoda y la rodilla no puede compensar. En la mayoría de los casos, los desgarros del LCL se producen en deportes de contacto como el fútbol o el fútbol americano. Si usted es un atleta y se rompe el ligamento colateral lateral, no es el fin del mundo. Se ha demostrado que el tiempo de recuperación de una rotura del LCL es de entre 3 y 9 meses.

Síntomas de la rotura del LCL

Los signos de una rotura del Ligamento Colateral Lateral incluyen:

  • La rodilla cede al estar de pie o bajo tensión
  • Sensación de bloqueo o enganche cuando se mueve la rodilla
  • Entumecimiento o debilidad en el pie
  • Dolor a lo largo de la parte externa de la rodilla (dolor del LCL)
  • Rigidez
  • Hinchazón y sensibilidad a lo largo de la parte externa de la rodilla
    • Dependiendo de la gravedad del desgarro, el dolor del LCL puede describirse de leve a grave.

      Grados del desgarro del LCL

      La gravedad de un desgarro del LCL será clasificada con mayor frecuencia en uno de los tres grados por el médico. Una vez determinada la gravedad de la lesión, se determinará también un plan de tratamiento adecuado.

      Grado 1

      Pequeños desgarros en el ligamento. Este grado de lesión producirá un poco de sensibilidad y un dolor menor.

      Grado 2

      Los desgarros más grandes en el ligamento, pero no está completamente roto. Con este grado de lesión, habrá una notable soltura en la rodilla al moverla. También habrá un dolor importante, sensibilidad e hinchazón en la parte externa de la rodilla.

      Grado 3

      Un desgarro de grado 3 significa que el LCL está completamente roto. También es muy común que se dañen los ligamentos circundantes con una lesión tan grave. Una vez más, la rodilla lesionada tendrá una gran hinchazón, dolor y sensibilidad a lo largo de la parte exterior de la rodilla. En este caso, es probable que toda la rodilla se hinche debido a la gravedad de la lesión.

      Tratamiento del desgarro del LCL

      Si sufre un desgarro del LCL, es importante que reciba un tratamiento adecuado inmediatamente después de la lesión para asegurarse de que se cura lo suficiente. Si el ligamento desgarrado no se cura correctamente, es casi seguro que experimentará inestabilidad en la articulación haciendo que su LCL, y la rodilla sean mucho más susceptibles de volver a lesionarse.

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      Cirugía de LCL para la rotura del ligamento lateral de la rodilla

      Las lesiones más graves (Grado 3) a menudo requerirán cirugía para reemplazar el ligamento roto. La cirugía también es necesaria si se dañan múltiples ligamentos durante la lesión y no pueden curarse al mismo tiempo.

      La cirugía de rodilla LCL es un proceso que suele durar entre 1 y 2 horas. Puede ser más larga si hay que reparar varios ligamentos al mismo tiempo. La anestesia general o la anestesia espinal son las formas más comunes de permitir la comodidad del paciente durante la cirugía.

      Si el ligamento colateral lateral se rompió donde se une al hueso del muslo (fémur) o a la espinilla (tibia), el cirujano volverá a unir el ligamento al hueso utilizando puntos grandes o una grapa ósea de metal. Si la rotura se ha producido en el centro del ligamento, el cirujano suele coser los extremos rotos. Si el daño fue grave y no se puede reparar, el cirujano puede reconstruir un tendón utilizando un injerto tomado de un tendón de los músculos del muslo (cuádriceps) o de los isquiotibiales.

      A diferencia de la mayoría de las cirugías de ligamentos de la rodilla, la cirugía de LCL de la rodilla es un procedimiento de rodilla abierta, lo que significa que no se realiza artroscópicamente. El injerto de tendón se pasa a través de túneles óseos y se fija al fémur y al hueso de la parte inferior de la pierna (peroné) mediante tornillos o postes o con puntos de sutura atados alrededor de un poste.

      Reparación del LCL y recuperación

      Dependiendo de la gravedad de la lesión del LCL, el tratamiento variará. Con la mayoría de las lesiones de grado 1 y 2, el tratamiento conservador será suficiente. Con estas lesiones de grado, el ligamento probablemente se curará por sí mismo si no se rompe completamente.

      Recomendaciones para la recuperación del LCL:

      • Colocación/uso de una férula
      • Hielo
      • Elevación
      • Tomar medicación para el dolor
      • Limitar el movimiento de la rodilla lesionada
      • Terapia física/rehabilitación para fortalecer y recuperar el rango de movimiento
      • Directamente después de que se produzca la lesión, el médico puede no ser capaz de evaluar con precisión la rodilla debido a la excesiva hinchazón. Si este es el caso, recomendarán una ortesis ligera y hielo hasta que la hinchazón baje. La ortesis perfecta para esta situación sería la Rodillera Neumática Hinchable con Terapia de Frío. Esta ortesis proporciona una excelente compresión y terapia de frío simultáneamente.

        Factores de riesgo

        La gente puede elegir qué deportes practica, pero el envejecimiento no es algo que se pueda evitar. Otro factor de riesgo incontrolable para un desgarro del LCL es el sexo. Las mujeres son mucho más propensas a romperse el ligamento LCL que los hombres.

        Los hombres tienen más fuerza en los ligamentos que las mujeres. Además, las mujeres tienen menos flexión de cadera y rodilla que los hombres. Esto, junto con el desequilibrio entre cuádriceps y isquiotibiales, equivale a que tengan menos coordinación y control neuromuscular al aterrizar un salto, lo que puede dar lugar a que las mujeres aterricen más a menudo en una posición comprometida.

        Las hormonas también entran en juego para que las mujeres sean más propensas a una rotura parcial del LCL o a una rotura completa del mismo. Los receptores de estrógeno más relajados durante la menstruación pueden hacer que uno sea más propenso a la lesión, al igual que la hormona relajante que (lo ha adivinado) relaja o afloja los ligamentos. Esta hormona se libera cuando una está embarazada.

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