Pruebas
Se pueden realizar varias pruebas para confirmar un AIT y buscar problemas que puedan haberlo causado. Algunas de estas pruebas son:
Pruebas de presión arterial
Se comprobará su presión arterial, porque la presión arterial alta (hipertensión) puede provocar AIT.
Pruebas de sangre
Podría necesitar pruebas de sangre para comprobar si tiene colesterol alto o diabetes.
Electrocardiograma (ECG)
Un electrocardiograma (ECG) mide la actividad eléctrica de su corazón mediante una serie de electrodos (pequeños parches adhesivos) adheridos a su piel.
Un ECG puede detectar ritmos cardíacos anormales, que pueden ser un signo de condiciones tales como que su corazón late de forma irregular (fibrilación auricular), lo que puede aumentar su riesgo de AIT.
Una ecografía carotídea
Una ecografía carotídea puede mostrar si hay un estrechamiento o alguna obstrucción en las arterias del cuello que se dirigen al cerebro.
Una pequeña sonda (transductor) envía ondas sonoras de alta frecuencia a su cuerpo. Cuando estas ondas sonoras rebotan, pueden utilizarse para crear una imagen del interior de su cuerpo.
Escaneo cerebral
El escaneo cerebral no siempre es necesario si ha tenido un AIT. Por lo general, sólo se realizan si no está claro qué parte del cerebro se ha visto afectada.
Lo más habitual es utilizar una resonancia magnética. Este tipo de exploración utiliza un fuerte campo magnético y ondas de radio para crear una imagen de su cerebro.