Jueves, 16 de agosto de 2018 (HealthDay News) – Tus ojos podrían proporcionar una evidencia temprana de que estás desarrollando la enfermedad de Parkinson, sugiere un pequeño estudio realizado en Corea del Sur.
Las personas con Parkinson temprano parecen experimentar un adelgazamiento de sus retinas, que son las células nerviosas sensibles a la luz que recubren la parte posterior del ojo, informaron los investigadores.
Este estudio es el primero en vincular específicamente el adelgazamiento de la retina con la pérdida de células cerebrales que producen dopamina, el neurotransmisor químico en el corazón de la enfermedad degenerativa, dijo el investigador principal, el Dr. Jee-Young Lee. Lee es neurólogo del Gobierno Metropolitano de Seúl – Centro Médico Boramae de la Universidad Nacional de Seúl.
«También descubrimos que cuanto más delgada es la retina, mayor es la gravedad de la enfermedad», dijo Lee en un comunicado de prensa de la revista Neurology, que publicó el estudio en línea el 15 de agosto.
«Estos descubrimientos pueden significar que los neurólogos pueden eventualmente ser capaces de usar un simple escáner ocular para detectar la enfermedad de Parkinson en sus etapas más tempranas, antes de que comiencen los problemas con el movimiento», añadió Lee.
El Parkinson no tiene una causa definitiva, pero los síntomas que sufren los pacientes se han relacionado con un fallo en las neuronas del cerebro que producen dopamina, según la Fundación del Parkinson.
El Parkinson es conocido por sus efectos incurables y progresivos en el movimiento de una persona. Los pacientes sufren temblores, rigidez en las extremidades, lentitud de movimientos y problemas con el equilibrio y la marcha.
Menos conocidos son los problemas de visión que pueden sufrir los pacientes de Parkinson. La pérdida de neuronas de dopamina en la retina puede amortiguar la capacidad del ojo para procesar y percibir el color, mientras que los síntomas motores pueden dificultar el movimiento o el enfoque de los ojos.
El doctor Alessandro Di Rocco, director del Programa de Trastornos del Movimiento de Northwell Health en Great Neck, Nueva York, dijo: «Estos pueden ser muy sutiles al principio de la enfermedad, pero la mayoría de los pacientes experimentan síntomas visuales, incluyendo cambios en la percepción de los colores, desenfoque y dificultad para leer, que se hacen más evidentes a medida que la enfermedad progresa.»
Un estudio de 2017 en la revista Radiology informó de que estos cambios en la visión podrían ser un signo temprano de la enfermedad de Parkinson, que precede a la aparición de discapacidades motoras en más de una década.