Novedad de este mes: Dejándolo todo
Tener un hijo pequeño te hará sentir humilde. Si tienes amigos o hermanos que tuvieron hijos antes que tú, probablemente hayas sido testigo de escenas que te horrorizaron: rabietas y actos de agresividad que juraste en silencio que ningún hijo tuyo haría jamás. Pues bien, ¿adivina qué? Todos los niños, incluso los más apacibles y cooperativos, actúan de forma irracional en ocasiones. No puedes controlar el comportamiento de tu hijo. Sólo puedes enseñarle, modelar el comportamiento que quieres ver. A los 16 meses, un niño pequeño sigue actuando según casi todos sus impulsos, y serán necesarios años de orientación por su parte antes de que tenga el suficiente autocontrol para comportarse adecuadamente en todas -o casi todas- las situaciones.
Como un niño de 16 meses todavía cree que el mundo gira a su alrededor, puede ser útil que piense en sus arrebatos como actuaciones. Si no tiene público, probablemente dejará de actuar, así que siempre que sea posible (es decir, si está en un entorno seguro y no puede ponerse en peligro ni a sí mismo ni a nadie) abandona la zona. O simplemente diga «No» y luego ofrezca otro juguete o lleve a su hijo a otro lugar para jugar.
Lo que puedes hacer
Si tu hijo pequeño ha empezado a hacer berrinches (o a lanzar golpes o juguetes), puede ayudarte a lidiar con su comportamiento negativo si entiendes que esos impulsos son sanos y normales. Es humano tener sentimientos de agresividad e incluso de ira, pero la diferencia entre tú y tu hijo pequeño es que tú has aprendido a controlar tus golpes, al menos la mayor parte del tiempo. Si tu hijo pega, muerde, lanza objetos o arremete de otras formas inapropiadas, es tu trabajo tomar el control por él y ayudarle a descubrir cómo expresar sus emociones de formas más seguras, como romper un papel, golpear una almohada o aplastar plastilina.
Los niños pequeños viven a lo grande: aman a lo grande, juegan a lo grande y tienen sentimientos grandes y apasionados. Cuando necesitan tener un estallido emocional, pueden señalarlo haciendo algo que saben que usted detendrá, como tirarle del pelo a otro niño, o utilizando un pequeño pretexto, como una galleta rota, como «gota que colma el vaso» para poder derrumbarse. Puedes decirle tranquilamente: «No, no puedo dejar que le tires del pelo a Jazmín», y alejarle de ella. Él utilizará este límite para golpear en contra y así poder tener la rabieta que despeje sus malos sentimientos para poder volver a la pista.
Otros avances: Los modales
Tu hijo pequeño está preparado para aprender a decir «las palabras mágicas» -por favor y gracias- al menos en algunas ocasiones. No tiene que presionarle para que las diga en cada ocasión: se está dando cuenta de cuando otras personas las usan y de las reacciones de satisfacción de los adultos cuando los niños las usan.
Aunque no es razonable esperar que su hijo de 16 meses diga por favor y gracias todo el tiempo, si usted da un buen ejemplo, su hijo le seguirá. Si reconoce que gran parte de lo que los niños aprenden lo hacen por imitación, tiene sentido que su hijo haga lo mismo que usted en lo que respecta a la etiqueta.
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