Si el éxito de la inversión en acciones no depende de su método de negociación, ¿qué es lo que importa? Cuáles son los otros factores que determinan el verdadero precio de una acción? Para responder a esta pregunta, primero hay que entender dos principios básicos.
El primer principio reside en la frase de Warren Buffett, el mayor inversor en valor de todos los tiempos: «A corto plazo, las acciones se comportan como una máquina tragaperras, pero a largo plazo, se comportan como una báscula». Lo que esto significa es que a corto plazo (un periodo corto de tiempo es de hasta varios años) el precio de una acción se rige aleatoriamente por la oferta y la demanda de la misma. La publicación de un informe positivo sobre la actividad de la empresa puede hacer subir el precio de la acción en muchos porcentajes, y la cancelación de un contrato con un cliente importante puede hacer bajar su precio bruscamente en un corto periodo de tiempo. Dado que estas fluctuaciones son imprevisibles, no pueden utilizarse para ganar dinero de forma constante a largo plazo.
El segundo principio se deriva del hecho de que comprar una acción equivale a comprar una parte de una empresa. Por lo tanto, a pesar de la aleatoriedad del precio de la acción en el corto plazo, su precio real en el largo plazo se deriva del valor intrínseco de la empresa (también conocido como Valor Razonable), que está determinado por los resultados fundamentales del propio negocio: la tasa de crecimiento, la cantidad de efectivo que genera, su foso, su gestión y más. En otras palabras, el valor real de la empresa en un momento dado es constante, y sólo el precio de la acción se mueve hacia arriba y hacia abajo en torno a este valor debido a las órdenes a corto plazo de los comerciantes que no reconocen el hecho de que en el largo plazo el precio será igual al valor, y la acción se negociará a un precio que refleje este valor justo.
Durante la mayor parte del tiempo, el mercado de valores es eficiente y fija los precios de la mayoría de las empresas de acuerdo con su verdadero valor. Sin embargo, debido a que la actividad de las empresas es dinámica y a que muchos inversores ignoran los resultados financieros de la empresa y se concentran únicamente en los movimientos del precio de la acción, hay muchos casos en los que una acción se negocia temporalmente a un precio inferior a su valor. El éxito en la inversión en acciones radica en rastrear estas empresas que cotizan por debajo de su valor real, comprar sus acciones con descuento y esperar pacientemente hasta que el mercado reconozca su error y suba el precio de la acción. Una vez que el precio de la acción sea igual a su valor (o suba un poco más), hay que vender la acción y sustituirla por otra que se cotice con descuento. Esta es la práctica de los inversores más exitosos del mundo, y esta estrategia es también el método que estamos utilizando y que se explica a lo largo de esta guía.
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