Un nuevo comienzo
La luna nueva es un nacimiento. A medida que la fase creciente avanza, la luna crece y madura hasta alcanzar su punto más maduro: la luna llena. A medida que la fase menguante hace retroceder a la luna -convirtiéndola en una fina media luna, y luego disolviéndola por completo- ese nacimiento se ha convertido en una muerte.
En cada ciclo lunar, os reencarnáis continuamente. Vuestros espíritus se llenan de fuerza, ideas, poder y coraje a medida que la luna llena se construye; cuando se disipa, os aliviáis de ese poder. Es durante la luna nueva cuando podéis rumiar vuestras decisiones, vuestras experiencias, y rejuveneceros para poder empezar de nuevo.
La luna nueva simboliza la segunda oportunidad que se os da una y otra vez. Si todo salió mal en el momento de la luna llena, y cometisteis todos los errores posibles, la luna nueva os regala un borrón y cuenta nueva. Por eso la luna nueva es el momento perfecto para meditar, escribir en un diario, organizar y planificar tu próximo movimiento. La energía purificadora de la luna nueva está ahí para ayudarte en tu reflexión.
Un Ritual Para Aclarar Tus Intenciones
En luna nueva, siempre es una buena idea escribir tus intenciones para el próximo mes y pedirle al universo que te ayude a realizarlas. Los hechizos y rituales que tienen que ver con empezar de nuevo, desterrar lo viejo y seguir adelante son siempre mejores si se hacen en luna nueva. Aunque siempre puedes cultivar tu propio ritual, aquí tienes uno sencillo que te servirá. Necesitarás:
Sal marina
Hojas de salvia o una varilla de salvia
1 vela blanca
Bolígrafo y papel
Algunas hierbas o aceites esenciales que te gusten (opcional)
El ritual:
Primero, enciende la salvia y deja que el humo bañe tu cuerpo y limpie tu espacio. Una vez que el humo haya llenado todos los rincones de tu casa (o al menos la habitación en la que realizarás el ritual), abre una ventana para permitir que la energía negativa se escape.
A continuación, prepárate un baño caliente y vierte en el agua la sal marina, las hierbas y unas gotas de los aceites esenciales. Tómese su tiempo para relajarse. Tal vez cierre los ojos e imagine que una luz blanca le rodea, eliminando todos los pensamientos, sentimientos y actitudes tóxicas de su cuerpo. Una vez que haya terminado, piense que a medida que el agua desaparece por el desagüe, su energía negativa se va con ella.
Ahora, siéntese en su altar (una mesa funciona), encienda la vela y escriba sus intenciones de forma positiva, como si ya se hubieran manifestado. Por ejemplo, escribirías: «Soy un pintor hermoso y trabajador» en lugar de «No seré impaciente mientras pinto». La redacción aquí es muy importante; cualquier palabra negativa como «no puedo», «no lo haré» o «no» oscurecerá tus verdaderas intenciones.
Una vez que hayas terminado, tómate un tiempo para meditar sobre tus intenciones y luego deja que la vela arda hasta el final. Pega el papel en tu espejo o guárdalo en tu mesita de noche para que siempre te los recuerden.