La gente ha estado bebiendo té durante siglos. Desde las antiguas ceremonias del té hasta las mejores tiendas de té de todo el mundo en la actualidad, hay una razón por la que los seres humanos han disfrutado de esta bebida durante tanto tiempo. Sin embargo, ¿has pensado alguna vez que comer hojas de té también puede ser beneficioso?
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El té es ampliamente reconocido como una bebida saludable, y estamos seguros de que en más de una ocasión has recurrido a un tipo de té no azucarado para levantar tu estado de ánimo. Cuando eras niño, si te dolía la garganta, probablemente el Doctor Mamá te recetaría una de estas dos cosas: hacer gárgaras con agua salada o té caliente con miel. Incorporar una variedad de té a tu consumo diario no sólo puede aliviar tu garganta, sino que también se ha descubierto que ayuda a perder peso. Con tés de moda como el matcha en aumento, probablemente te consideres un aficionado al té o alguien que está bien con un té estándar sin azúcar de una gran marca como Lipton.
Sin embargo, tanto los expertos en té como los novatos tienen algo que aprender sobre el té. Resulta que beber el té no es la única manera de experimentar sus beneficios para la salud. Se dice que comer hojas de té puede introducir antioxidantes en tu cuerpo. Esto suena muy bien, pero ¿beber té no proporciona también antioxidantes? Sí, beber té proporciona flavonoides que han demostrado ser beneficiosos para la salud, pero la cantidad de antioxidantes en las hojas sólidas puede ser increíblemente (y casi increíblemente) más alta que las hojas que han sido elaboradas. Un gráfico compara los niveles de flavonoides en el té verde preparado y en las hojas sólidas de té verde. Utilizando unidades de miligramos por 100 gramos, muestra que los niveles de flavonoides en las hojas sólidas son hasta un 12.000 por ciento más altos que los de sus homólogos elaborados. Si su objetivo es obtener una gran cantidad de antioxidantes (además de algunos beneficios adicionales como la salud digestiva y cardíaca), puede considerar la posibilidad de mordisquear el contenido de su bolsa de té en lugar de prepararlo.
Aunque algunas personas advierten del peligro de comer hojas de té con demasiada frecuencia, un consumo moderado de té en su forma sólida puede resultar algo que le guste hacer de vez en cuando. Puede resultar un experimento divertido probar a incorporar hojas de té en su próxima receta para el almuerzo o la cena y ver si disfruta o no de este alimento rico en antioxidantes.
La presentación de diapositivas que acompaña a este artículo ha sido proporcionada por el colaborador especial Bill Hunt.
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