La teoría de la selección sexual explica la evolución de las morfologías masculinas exageradas y el armamento, pero las consecuencias de la aptitud de los cambios relacionados con el desarrollo y la edad en estas características siguen siendo poco conocidas. Este estudio a largo plazo de los monos mandril (Mandrillus sphinx) demuestra cómo los cambios relacionados con la edad en el armamento de los dientes caninos y el tamaño de los caninos adultos se correlacionan estrechamente con el éxito reproductivo del macho a lo largo de su vida. La combinación de datos demográficos y morfométricos a largo plazo revela que la aptitud de los machos covaría simple y directamente con la ontogenia de los caninos, el tamaño máximo de los adultos y el desgaste. Sin embargo, la aptitud es en gran medida independiente de otras somatometrías. Los mandriles machos engendran descendencia casi exclusivamente cuando sus caninos superan aproximadamente los 30 mm, o dos tercios del valor medio de los adultos (45 mm). Además, los machos tienen caninos más grandes que los no machos. El diente disminuye por el desgaste a medida que los animales envejecen, lo que se corresponde con la senectud reproductiva y quizás influye en ella. Estos factores se combinan para limitar las oportunidades reproductivas de los machos a un breve periodo de tiempo, definido por el periodo de máxima longitud de los caninos. El armamento seleccionado por sexo, especialmente cuando no es renovable como el diente canino de los primates, está íntimamente ligado al curso de la vida del macho. Nuestros análisis de esta especie extremadamente dimórfica indican que la selección sexual está estrechamente entrelazada con el crecimiento, el desarrollo y el envejecimiento, señalando nuevas direcciones para la teoría de la selección sexual. Además, el diente canino de los primates tiene potencial como sistema simple de mamíferos para probar modelos de envejecimiento basados en la genética. Por último, el diente puede registrar detalles de las historias de vida en primates fósiles, especialmente cuando la selección sexual ha desempeñado un papel en la evolución del dimorfismo.

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