Por Maureen Shawn Kennedy, Editora jefe de la AJN

Recuerdo haber dado un enema «M&M» cuando trabajaba como auxiliar de enfermería en el instituto. La sala de medicación del pequeño hospital comunitario tenía un frasco de melaza en el armario, y vi a la enfermera mezclar ½ taza del espeso jarabe con ½ taza de leche y ponerlo en una bolsa de enema. Luego me la entregó y me dijo: «Vamos, es fácil, te voy a enseñar cómo». Y así fue, y funcionó bastante rápido. Las enfermeras y los médicos más veteranos juraban por ello.

Para cuando salí de la escuela de enfermería y trabajé en la práctica clínica, los preparados comerciales parecían ser el estándar. Pero como dice la canción, «todo lo que es viejo vuelve a ser nuevo». Este mes en AJN, el artículo de Jackline Wangui-Verry y sus colegas, «¿Son seguros los enemas de leche y melaza para los adultos hospitalizados? A Retrospective Electronic Health Record Review» (¿Son seguros los enemas de leche y melaza para los adultos hospitalizados? Una revisión retrospectiva de los registros sanitarios electrónicos), describe su investigación sobre esta intervención de larga duración y frecuentemente utilizada para el estreñimiento.

Examinando la seguridad de una práctica de «último recurso» establecida desde hace mucho tiempo.

Los autores «querían saber si este enfoque es realmente seguro y eficaz o más bien una «vaca sagrada»…»

Este estudio se centró en la seguridad y un estudio de seguimiento incluirá la eficacia. Evaluaron los registros hospitalarios de 196 adultos hospitalizados que recibieron un enema de M&M después de que los laxantes o ablandadores de heces no produjeran una evacuación intestinal. No se notificaron complicaciones graves: «reacciones alérgicas, bacteriemia, perforación intestinal, anomalías electrolíticas, síndrome compartimental abdominal, arritmia cardíaca, deshidratación y muerte; y cambios electrolíticos (sodio y potasio)».

Una intervención de bajo coste.

Los autores señalan lo siguiente:

De 1997 a 2010, los costes anuales totales de la atención a pacientes con un diagnóstico primario de estreñimiento al alta aumentaron de 188 millones de dólares a casi 852 millones. El análisis también descubrió que la frecuencia de dicho diagnóstico se duplicó con creces en ese tiempo, pasando de 6,1 a 12,4 por cada 10.000 altas.

M&M los enemas pueden ser una intervención de bajo coste.

El artículo se puede leer de forma gratuita en nuestra web, www.ajnonline.com-and ver el resumen en vídeo del autor principal.

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