¿Qué tan malo es este hábito, realmente? Un médico opina al respecto.
Si tomas píldoras antiácidas con regularidad, definitivamente quieres dejar este hábito. En primer lugar, hay muchos tipos diferentes de antiácidos con ingredientes que, en dosis altas, pueden tener efectos secundarios desagradables. Algunos contienen calcio, magnesio o aluminio; sobrecargar el cuerpo con estas sustancias puede causar estreñimiento o diarrea. Otros antiácidos tienen bicarbonato de sodio y pueden no ser adecuados para el uso a largo plazo por parte de personas con presión arterial alta o aquellos que vigilan su consumo de sal.
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En segundo lugar, los antiácidos funcionan neutralizando el ácido del estómago para ayudar a aliviar temporalmente la acidez estomacal, el malestar estomacal o la indigestión, pero no tratan el problema de salud real que desencadena esos síntomas. Aunque el malestar estomacal o la indigestión suelen estar relacionados con el reflujo ácido, el malestar también puede deberse a una úlcera péptica o a cálculos biliares, y cada uno de estos problemas de salud subyacentes tiene su propio tratamiento. Además, enmascarar los síntomas con antiácidos durante demasiado tiempo podría provocar un problema de salud aún mayor; por ejemplo, la exposición al ácido a largo plazo asociada al reflujo ácido podría dañar el esófago. Sé proactivo y habla con tu médico sobre cuándo y por qué te encuentras tomando antiácidos, para que pueda darte un diagnóstico concreto y recomendarte la mejor solución.
La editora médica de Health, Roshini Rajapaksa, es profesora adjunta de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
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