Un examen físico completo es realizado por un médico en busca de cualquier signo de enfermedad o condiciones médicas tratables. El orden en que se realiza varía con cada médico. Por lo general, primero se realiza una historia clínica, en la que se busca cualquier antecedente médico, que se examinará más a fondo a lo largo del examen. Los procedimientos exactos dependerán de cada paciente y de las preferencias de cada médico.
En primer lugar, se mide la altura y el peso. El médico también tomará la temperatura y la presión arterial, así como la frecuencia cardíaca. También se examinan la nariz, los oídos y la garganta. El médico también palpará el cuello y las axilas en busca de ganglios linfáticos inflamados, que son un signo de infección. En este momento, también se examina la tiroides para detectar cualquier masa, sensibilidad o aumento de tamaño. El médico examinará brevemente la piel, la cabeza, los ojos y la espalda para detectar cualquier irregularidad.
El corazón también se escucha durante un examen con un estetoscopio, que escucha la respiración interna y el ritmo. El médico también puede evaluar el abdomen, los órganos reproductores, las piernas y los vasos sanguíneos. Después de una variedad de pruebas, un médico puede ordenar varias pruebas de laboratorio para el seguimiento de cualquier preocupación que puedan tener.