Es difícil identificar los factores específicos que influyen en el mercado en su conjunto. El mercado de valores es un sistema complejo e interrelacionado de grandes y pequeños inversores que toman decisiones descoordinadas sobre una enorme variedad de inversiones. «El mercado», por así decirlo, no es una entidad viva. En su lugar, es sólo una abreviatura de los valores colectivos de las empresas individuales.

Hay principios económicos básicos que pueden ayudar a explicar cualquier movimiento alcista o bajista del mercado, y con la experiencia y los datos, hay indicadores más específicos que los expertos del mercado han identificado como significativos.

Lo básico: Oferta y demanda

En una economía de mercado, cualquier movimiento de precios puede explicarse por una diferencia temporal entre lo que los proveedores ofrecen y lo que los consumidores demandan. Por eso los economistas dicen que los mercados tienden al equilibrio, donde la oferta es igual a la demanda. Así es como funciona con las acciones; la oferta es la cantidad de acciones que la gente quiere vender, y la demanda es la cantidad de acciones que la gente quiere comprar.

Si hay un mayor número de compradores que de vendedores (más demanda), los compradores suben los precios de las acciones para atraer a los vendedores a deshacerse de ellas. A la inversa, un mayor número de vendedores hace bajar el precio de las acciones con la esperanza de atraer a los compradores para que las compren.

Individualmente, los instrumentos de seguridad como las acciones y los bonos dependen del rendimiento de la entidad emisora (empresa o gobierno) y de la probabilidad de que la entidad se valore más en el futuro (acciones) o sea capaz de pagar sus deudas (bonos).

Indicadores de mercado ampliamente aceptados

Esto plantea una nueva pregunta: ¿Qué crea más compradores o más vendedores?

La confianza en la estabilidad de las inversiones futuras juega un papel importante a la hora de que los mercados suban o bajen. Los inversores son más propensos a comprar acciones si están convencidos de que sus acciones aumentarán de valor en el futuro. Sin embargo, si hay una razón para creer que las acciones tendrán un mal rendimiento, suele haber más inversores que buscan vender que comprar. Los acontecimientos que afectan a la confianza de los inversores son:

  • Guerras u otros conflictos
  • Preocupaciones por la inflación o la deflación
  • Política fiscal y monetaria del gobierno
  • Cambios tecnológicos
  • Desastres naturales/fluctuaciones meteorológicas extremas
  • Datos de rendimiento de empresas o gobiernos
  • Por ejemplo, el mayor descenso en un solo día en la historia del Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) tuvo lugar el 16 de marzo de 2020. El mercado «perdió» (cotizó a la baja) 324,89 puntos, casi un 12% de su valor. Este movimiento se atribuye a la pandemia del COVID-19, que creó mucha incertidumbre sobre el futuro. Por lo tanto, el mercado tenía muchos más vendedores que compradores.

    También se cree que los tipos de interés juegan un papel importante en la valoración de cualquier acción o bono. Hay varias razones para ello, y hay cierto debate sobre cuál es la más importante. En primer lugar, los tipos de interés afectan a la cantidad de dinero que los inversores, los bancos, las empresas y los gobiernos están dispuestos a pedir prestado, lo que afecta a la cantidad de dinero que se gasta en la economía. Además, el aumento de los tipos de interés hace que ciertas inversiones «más seguras» (en particular, los bonos del Tesoro de EE.UU.) sean una alternativa más atractiva que las acciones.

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