Información adicional: Lista de causas de la falta de aire

Si bien la falta de aire es causada generalmente por trastornos del sistema cardíaco o respiratorio, otros sistemas como el neurológico, musculoesquelético, endocrino, hematológico y psiquiátrico pueden ser la causa. DiagnosisPro, un sistema médico experto en línea, enumeró 497 causas distintas en octubre de 2010. Las causas cardiovasculares más comunes son el infarto agudo de miocardio y la insuficiencia cardíaca congestiva, mientras que las causas pulmonares comunes son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma, el neumotórax, el edema pulmonar y la neumonía. Desde el punto de vista fisiopatológico, las causas pueden dividirse en: (1) un aumento de la conciencia de la respiración normal, como durante un ataque de ansiedad, (2) un aumento del trabajo respiratorio y (3) una anormalidad en el sistema ventilatorio.

El ritmo de aparición y la duración de la disnea son útiles para conocer la etiología de la disnea. La disnea aguda suele estar relacionada con cambios fisiológicos repentinos, como edema laríngeo, broncoespasmo, infarto de miocardio, embolia pulmonar o neumotórax. Los pacientes con EPOC y fibrosis pulmonar idiopática (FPI) presentan una progresión gradual de la disnea de esfuerzo, puntuada por exacerbaciones agudas de la falta de aire. Por el contrario, la mayoría de los asmáticos no tienen síntomas diarios, sino que presentan episodios intermitentes de disnea, tos y opresión torácica que suelen estar asociados a factores desencadenantes específicos, como una infección del tracto respiratorio superior o la exposición a alérgenos.

Síndrome coronario agudoEditar

El síndrome coronario agudo se presenta frecuentemente con molestias torácicas retroesternales y dificultad para respirar. Sin embargo, puede presentarse atípicamente con dificultad para respirar solamente. Los factores de riesgo son la edad avanzada, el tabaquismo, la hipertensión, la hiperlipidemia y la diabetes. El electrocardiograma y las enzimas cardíacas son importantes tanto para el diagnóstico como para orientar el tratamiento. El tratamiento incluye medidas para disminuir la necesidad de oxígeno del corazón y esfuerzos para aumentar el flujo sanguíneo.

COVID-19Editar

Las personas que han sido infectadas por COVID-19 pueden tener síntomas como fiebre, tos seca, pérdida del olfato y del gusto o dificultad para respirar.

Insuficiencia cardíaca congestivaEditar

La insuficiencia cardíaca congestiva se presenta frecuentemente con dificultad para respirar con el esfuerzo, ortopnea y disnea paroxística nocturna. Afecta a entre el 1 y el 2% de la población general de Estados Unidos y se da en el 10% de los mayores de 65 años. Los factores de riesgo de la descompensación aguda son la ingesta elevada de sal en la dieta, el incumplimiento de la medicación, la isquemia cardíaca, los ritmos cardíacos anormales, la insuficiencia renal, los émbolos pulmonares, la hipertensión y las infecciones. Los esfuerzos de tratamiento se dirigen a disminuir la congestión pulmonar.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónicaEditar

Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), más comúnmente enfisema o bronquitis crónica, frecuentemente tienen dificultad respiratoria crónica y una tos productiva crónica. Una exacerbación aguda se presenta con un aumento de la dificultad para respirar y la producción de esputo. La EPOC es un factor de riesgo de neumonía, por lo que debe descartarse esta enfermedad. En una exacerbación aguda, el tratamiento consiste en una combinación de anticolinérgicos, agonistas beta2-adrenoceptores, esteroides y, posiblemente, ventilación con presión positiva.

AsmaEditar

El asma es el motivo más frecuente de acudir a urgencias con dificultad para respirar. Es la enfermedad pulmonar más común tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados y afecta a cerca del 5% de la población. Otros síntomas son las sibilancias, la opresión en el pecho y la tos no productiva.Los corticosteroides inhalados son el tratamiento preferido para los niños, sin embargo, estos fármacos pueden reducir la tasa de crecimiento. Los síntomas agudos se tratan con broncodilatadores de acción corta.

NeumotóraxEditar

Artículo principal: Neumotórax

El neumotórax se presenta típicamente con dolor torácico pleurítico de inicio agudo y disnea que no mejora con oxígeno. Los hallazgos físicos pueden incluir la ausencia de ruidos respiratorios en un lado del tórax, distensión venosa yugular y desviación traqueal.

NeumoníaEditar

Los síntomas de la neumonía son fiebre, tos productiva, disnea y dolor torácico pleurítico. Pueden escucharse crepitaciones inspiratorias en el examen. Una radiografía de tórax puede ser útil para diferenciar la neumonía de la insuficiencia cardíaca congestiva. Como la causa suele ser una infección bacteriana, normalmente se utilizan antibióticos para el tratamiento.

Embolia pulmonarEditar

La embolia pulmonar se presenta clásicamente con un inicio agudo de falta de aire. Otros síntomas de presentación son dolor torácico pleurítico, tos, hemoptisis y fiebre. Los factores de riesgo son la trombosis venosa profunda, la cirugía reciente, el cáncer y la tromboembolia previa. Debe considerarse siempre en los casos de aparición aguda de disnea debido a su alto riesgo de mortalidad. El diagnóstico, sin embargo, puede ser difícil y la puntuación de Wells suele utilizarse para evaluar la probabilidad clínica. El tratamiento, dependiendo de la gravedad de los síntomas, suele comenzar con anticoagulantes; la presencia de signos ominosos (presión arterial baja) puede justificar el uso de fármacos trombolíticos.

AnemiaEdit

La anemia que se desarrolla gradualmente suele presentarse con disnea de esfuerzo, fatiga, debilidad y taquicardia. Puede conducir a una insuficiencia cardíaca. La anemia suele ser una causa de disnea. La menstruación, especialmente si es excesiva, puede contribuir a la anemia y a la consiguiente disnea en las mujeres. Los dolores de cabeza también son un síntoma de disnea en los pacientes con anemia. Algunos pacientes informan de una sensación de adormecimiento en la cabeza, y otros han informado de una visión borrosa causada por la hipotensión detrás del ojo debido a la falta de oxígeno y presión; estos pacientes también han informado de fuertes dolores de cabeza, muchos de los cuales conducen a un daño cerebral permanente. Los síntomas pueden incluir pérdida de concentración, enfoque, fatiga, deterioro de las facultades del lenguaje y pérdida de memoria.

OtrosEditar

Otras causas importantes o comunes de la falta de aire son el taponamiento cardíaco, la anafilaxia, la enfermedad pulmonar intersticial, los ataques de pánico y la hipertensión pulmonar. Además, alrededor de 2/3 de las mujeres experimentan disnea como parte de un embarazo normal.

El taponamiento cardíaco se presenta con disnea, taquicardia, presión venosa yugular elevada y pulso paradójico. El patrón de oro para el diagnóstico es la ecografía.

La anafilaxia suele comenzar en pocos minutos en una persona con antecedentes de la misma. Otros síntomas son la urticaria, la inflamación de la garganta y el malestar gastrointestinal. El tratamiento principal es la epinefrina.

La enfermedad pulmonar intersticial se presenta con una aparición gradual de falta de aire, normalmente con antecedentes de una exposición ambiental predisponente. La falta de aire es a menudo el único síntoma en aquellos con taquidisritmias.

Los ataques de pánico se presentan típicamente con hiperventilación, sudoración y entumecimiento. No obstante, son un diagnóstico de exclusión.

Las afecciones neurológicas, como las lesiones de la médula espinal, las lesiones del nervio frénico, el síndrome de Guillain-Barré, la esclerosis lateral amiotrófica, la esclerosis múltiple y la distrofia muscular, pueden hacer que una persona experimente falta de aire. La falta de aire también puede producirse como resultado de una disfunción de las cuerdas vocales (DCV).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *