La agricultura es el principal motor de la deforestación a nivel mundial. El crecimiento de la población mundial y el aumento del consumo de alimentos han hecho que muchos bosques se conviertan en explotaciones agrícolas. El tipo de agricultura varía, pero incluye predominantemente la agricultura comercial, la pequeña agricultura y la ganadería en América Latina; la agricultura de subsistencia y la pequeña agricultura comercial en el África subsahariana; y la agricultura comercial y las vastas plantaciones en el sudeste asiático.
El aumento de la colaboración de los sectores público y privado y la alineación de los esfuerzos para hacer frente a la deforestación y la conversión son un paso importante para aumentar la producción sostenible de alimentos y los medios de vida de la población local, al tiempo que se reducen los impactos ambientales de la producción y las emisiones de gases de efecto invernadero.
La deforestación también está impulsada por la tala de árboles, la migración humana y el aumento de la población, las industrias extractivas (minería, petróleo y gas), los proyectos de transporte e infraestructuras y la expansión de pueblos y ciudades. Las causas exactas de la deforestación cambian con el tiempo y varían de una región a otra. Estas diferencias regionales ponen de manifiesto la necesidad de encontrar soluciones basadas en el lugar que tengan en cuenta los contextos locales específicos.