Ver en formato PDF
Esta página es una guía para ayudar a los escritores en la elección del lenguaje aceptable a utilizar cuando se escribe sobre grupos de personas.
Consejos generales
- Asume una audiencia amplia, y piensa en el efecto de los términos que utilizas en tu audiencia. ¿Implican los términos un juicio? Es probable que los términos ofendan? Si es así, reformúlelos.
- Responsabilícese de sus elecciones lingüísticas. La primera vez que utilice un término que pueda ser malinterpretado/considerado inapropiado, incluya una justificación de su elección, por ejemplo, añadiendo una nota a pie de página que defina específicamente el término para sus propósitos y contexto.
- Utilice sólo el lenguaje necesario para el contexto: utilice «bomberas» sólo si está hablando específicamente de ese género en esa profesión. Las diferencias deben señalarse sólo cuando sean relevantes.
- Evite términos que evalúen, que puedan implicar inferioridad/superioridad, como «clase baja».
- Utilice el grado apropiado de especificidad: «dominicanos» en lugar de «hispanos».
- Centrarse en las personas en lugar de en un método de categorización: «personas con enfermedades mentales» en lugar de «los enfermos mentales».
- Al tratar algunos temas, es posible que tenga que utilizar una terminología anticuada al tratar el tema en el contexto histórico, pero utilice un lenguaje contemporáneo en su análisis.
- Utilice términos que se centren en las personas y no en el método de categorización:
- Sea lo más específico posible. Cuando escriba sobre un grupo, refiérase al grupo específico:
- Evite el término minoría si es posible. Minoría se suele utilizar para describir a grupos de personas que no forman parte de la mayoría. Este término se está eliminando progresivamente porque puede implicar inferioridad y porque las minorías a menudo no están en la minoría numérica. Una alternativa podría ser poblaciones históricamente marginadas. Si no es posible evitar el término, califíquelo con el descriptor específico apropiado: minoría religiosa NO minoría
- Tenga en cuenta que los términos gente de color y no blanco son aceptables en algunos campos y algunos contextos y no en otros. Consulte con su profesor si no está seguro de si un término es aceptable.
- El término hispano se utiliza normalmente para referirse a cualquier persona de origen hispanohablante. El término blanco a veces incluye a personas que se identifican como hispanas. Tenga en cuenta, sin embargo, que muchos hispanos no se identifican como blancos.
- Los términos latino/latino/latino se utilizan sobre todo en los Estados Unidos para referirse a los residentes de los Estados Unidos con vínculos con América Latina.
- Capitalice los grupos raciales/étnicos: Negro, Asiático, Nativo Americano. Dependiendo del contexto, blanco puede o no ir en mayúsculas.
- No escriba un guión en una frase cuando se usa como sustantivo, pero use un guión cuando dos o más palabras se usan juntas para formar un adjetivo:
- «Clase» se refiere a un grupo de personas: una sola persona no es una clase (pero puede pertenecer a ella). Si no puedes evitar el uso del término «clase», utilízalo como sustantivo, no como adjetivo:
- Evita utilizar términos como «clase alta» o «clase baja», o incluso «clase alta» o «clase baja», porque se han utilizado históricamente de forma evaluativa. Evite también «clase baja» y «clase alta». En su lugar, cuando se utilicen adjetivos como «alto» o «bajo», es preferible utilizar el término «estatus socioeconómico alto» o «bajo» para evitar el lenguaje sentencioso.
- La palabra «estatus» (sin el calificativo de «socioeconómico») no es intercambiable con «clase» porque ‘estatus’ puede referirse a otras medidas como la popularidad.
- Cuando sea posible, utilice métricas específicas: las más comunes incluyen el nivel de estudios, la ocupación, los ingresos. Utilice un lenguaje específico que describa lo que es importante para el análisis/debate: por ejemplo, vivir por debajo del umbral de pobreza NO es ser pobre.
- Tenga en cuenta los números: no hay indicadores distintos de «alto» y «bajo», pero hay porcentajes que hacen que sea fácil determinar, a través de la franja de ingresos por ejemplo, en qué lugar del rango se encuentra un individuo.
- Utilice un lenguaje que dé prioridad a la persona:
- Evita el lenguaje con carga negativa:
- En la actualidad, el término discapacitado es un término legal que se utiliza ampliamente en documentos, en carteles, etc. Sin embargo, algunos consideran que el término es insensible.
- No utilices discapacidades como sustantivos para referirte a las personas:
- No llames a alguien «valiente» o «heroico» simplemente por vivir con una discapacidad. No utilices un lenguaje victimista como afligido, restringido, golpeado, sufriendo y desafortunado.
- Evita utilizar el lenguaje de la discapacidad como metáfora, que estigmatiza injustamente a las personas con discapacidad, como cojo (idea coja), ciego (suerte ciega), paralizado (paralizado con indecisión), sordo (oídos sordos), loco, demente, imbécil, retrasado, lisiado, discapacitado y similares.
- Capitalizar el nombre de un grupo cuando se subraya el hecho de que se trata de una comunidad cultural (por ejemplo, la cultura sorda); no poner mayúsculas cuando se refiere sólo a la discapacidad física.
- Al referirse a personas sin discapacidad:
Si no está seguro del lenguaje que debe utilizar, consulte a su profesor, a sus compañeros y a las lecturas académicas actuales de la disciplina.
RAZA/ETNICIDAD
Los conceptos de raza y etnia son dos formas en que los seres humanos se clasifican entre sí, a menudo para definir y distinguir las diferencias. Estas clasificaciones son muy complicadas; a veces se utilizan por razones positivas y otras no. Tenga en cuenta que el significado de estos conceptos y el lenguaje específico utilizado cambian en función de factores contextuales, como el orador, la audiencia y los propósitos del orador.
Como escritor y orador,
personas con discapacidades en lugar de personas discapacitadas; pueblos esclavizados en lugar de esclavos
Personas de ascendencia coreana en lugar de asiáticos; dominicanos en lugar de hispanos.
Los afroamericanos emigraron a las ciudades del norte. (sustantivo)
Literatura afroamericana. (adjetivo)
Recuerda que el lenguaje evoluciona y depende del contexto. Cuando no esté seguro de qué lenguaje utilizar, consulte a su profesor, a sus compañeros y a las lecturas académicas actuales de la disciplina.
CLASE SOCIAL
por ejemplo, Jessica pertenece a la clase alta NO Jessica es de clase alta.
DISCAPACIDAD
Derechos de la discapacidad y neurodiversidad:
Las discapacidades no son defectos, sino variaciones entre las personas. Aunque las instituciones pueden causar problemas al diseñar servicios sólo para ciertos tipos de cuerpos, no hay nada intrínsecamente malo en los cuerpos que no entran en ese rango. Gran parte del lenguaje relativo a las discapacidades depende del contexto y del público. En general, hay que utilizar un lenguaje que sea sensible al contexto y al público específico. En caso de duda, consulte a su profesor o elija un tipo de terminología y explique su razonamiento en una nota a pie de página.
Directrices generales:
Utilice personas con discapacidades intelectuales/físicas/del desarrollo en lugar de personas discapacitadas
(Nota: algunas personas prefieren esto último, diciendo que su discapacidad es importante para lo que son).
Utiliza una silla de ruedas en lugar de estar confinado en una silla de ruedas
Diagnosticado con trastorno bipolar en lugar de padecer un trastorno bipolar
Persona con discapacidad física en lugar de discapacitado físico
Usa personas con enfermedades mentales NO enfermos mentales
Utilizar personas sin discapacidad (física); individuos neurotípicos (mental); NO normales, sanos. El término able-bodied puede ser apropiado en algunas disciplinas.
Ben-Moshe, Liat. «‘Lame Idea’: Disabling Language in the Classroom». Building Pedagogical Curb Cuts: Incorporating Disability in the University Classroom and Curriculum. Ben-Moshe y otros, eds. Syracuse: The Graduate School, Syracuse University, 2005.
Directrices para el lenguaje sin discapacidad en las revistas APA:
http://www.apastyle.org/manual/related/nonhandicapping-language.aspx
Guía de estilo del Centro Nacional sobre Discapacidad y Periodismo en http://ncdj.org/style-guide/
Manual de publicación de la Asociación Americana de Psicología, 6ª edición. Washington, DC: American Psychological Association. 2010. Print.
Guía de Traponline para hablar de la discapacidad en http://www.traponline.com
Las autoras, Emma Bowman ’15, Krista Hesdorfer ’14, Jessica LeBow ’15, Rohini Tashima ’15, y Sharon Williams, Directora del Centro de Escritura, agradecen a las siguientes personas su ayuda en la elaboración de este folleto: Amit Taneja, Director de Diversidad & Inclusión; Phyllis Breland, Directora de Programas de Oportunidades; y los profesores Jessica Burke, Dan Chambliss, Christine Fernández, Todd Franklin, Cara Jones, Esther Kanipe, Elizabeth Lee, Celeste Day Moore, Andrea Murray, Kyoko Omori, Ann Owen y Steven Wu.
Esperamos que este folleto ilustre que el lenguaje de la diferencia es complejo y está en constante evolución, y la necesidad de que todos nosotros seamos reflexivos en nuestra selección del lenguaje. Si tiene alguna sugerencia para revisar este folleto, póngase en contacto con el Centro de Escritura.