La relación causal entre la bacteria productora de ureasa, Helicobacter pylori, y la gastritis crónica activa, la úlcera duodenal y la dispepsia no ulcerosa está bien establecida. Los métodos convencionales para el diagnóstico de la infección activa por H pylori incluyen la evaluación del tejido gástrico mediante histopatología y cultivo. Los ensayos menos invasivos incluyen la comprobación de la presencia de H pylori mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en muestras de heces y la detección de la producción de ureasa de H pylori mediante la prueba de aliento con urea (UBT). También se realizan pruebas serológicas para detectar la presencia de anticuerpos de clase IgM/IgG/IgA contra H pylori; sin embargo, ni el Colegio Americano de Gastroenterólogos ni la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA) recomiendan este método como un marcador preciso de la enfermedad activa. Estos marcadores serológicos pueden permanecer elevados a pesar de la resolución de la enfermedad activa y pueden conducir a un diagnóstico erróneo y a un tratamiento inadecuado.
Recientemente, la Iniciativa de Salud Digestiva, un comité conjunto formado por representantes de la AGA, la Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal (ASGE) y la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AASLD), proporcionó recomendaciones para el uso del (13)C-UBT (Meretek).(1) Estas recomendaciones incluyen las siguientes afirmaciones:
«Cuando la endoscopia no está clínicamente indicada, el diagnóstico primario de la infección por H pylori puede hacerse serológicamente o con la UBT. Cuando la endoscopia está clínicamente indicada, el diagnóstico primario debe establecerse mediante la prueba de la ureasa en la biopsia y/o la histología. La evidencia disponible sugiere que la confirmación de la erradicación de H pylori no es obligatoria en la mayoría de las situaciones debido a los costes asociados a las pruebas. Sin embargo, en pacientes seleccionados con enfermedad ulcerosa complicada, linfoma de tejido linfoide asociado a la mucosa gástrica de bajo grado y tras la resección de un cáncer gástrico temprano, es apropiado confirmar la erradicación. En otras situaciones, la decisión de confirmar la erradicación de H pylori debe tomarse caso por caso.»
Este grupo de consenso especifica, además, que no hay indicación de realizar pruebas a personas asintomáticas y que las pruebas de H pylori sólo se recomiendan si se planea un tratamiento.
La (13)C-UBT) es una prueba no invasiva y no radiactiva altamente sensible y específica para diagnosticar la infección por H pylori antes del tratamiento antimicrobiano y para evaluar si el organismo ha sido erradicado con éxito tras la terapia antimicrobiana.
En 2 grandes estudios prospectivos recientes, la prueba (13)C-UBT demostró ser tan o más sensible y específica para diagnosticar la infección activa por H pylori que el cultivo, la tinción, la prueba rápida de ureasa en el tejido de la biopsia o la serología.