El infarto de miocardio inducido por drogas no es un fenómeno común y el mecanismo subyacente se ha relacionado con el espasmo de la arteria coronaria en la mayoría de los casos. Se relaciona principalmente con sustancias ilícitas como la cocaína, el éxtasis, el LSD y la anfetamina. Según los hallazgos de la literatura, lo más probable es que la isquemia miocárdica debida al abuso de anfetaminas sea el resultado de mecanismos combinados que incluyen el vasoespasmo de las arterias coronarias y, en menor medida, la formación de trombos o la toxicidad miocárdica directa. El diazepam también suele ser una sustancia de abuso. Hallazgos recientes indican que el diazepam ejerce una actividad inhibidora sobre diferentes isoformas de la enzima nucleótido cíclico fosfodiesterasa, que se encuentra en el músculo cardíaco, y también muestran que el diazepam potencia el efecto inotrópico positivo tanto de la noradrenalina como de la adrenalina, lo que posteriormente conduce a un aumento de la contractilidad miocárdica. Proponemos que la intoxicación dual con anfetamina y benzodiacepina potencia sus efectos sobre el tejido cardíaco y las arterias coronarias, lo que resulta en una mayor lesión miocárdica.

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