Hay dos «reglas» que pueden utilizarse para aprender la nomenclatura de los aniones poliatómicos. En primer lugar, cuando se añade el prefijo bi a un nombre, se añade un hidrógeno a la fórmula del ion y se aumenta su carga en 1, esto último como consecuencia de la carga +1 del ion hidrógeno. Una alternativa al prefijo bi es utilizar la palabra hidrógeno en su lugar: el anión derivado de H+
+ CO2-
3, HCO-
3, puede llamarse bicarbonato o hidrogenocarbonato.

La mayoría de los aniones poliatómicos comunes son oxianiones, bases conjugadas de oxiácidos (ácidos derivados de los óxidos de elementos no metálicos). Por ejemplo, el anión sulfato, SO2-
4, deriva del H
2SO
4, que puede considerarse como SO
3 + H
2O.

La segunda regla se fija en el número de oxígenos de un ion. Consideremos la familia de los oxianiones del cloro:

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estado de oxidación	-1	+1	+3	+7
nombre del anión	cloruro	hipoclorito	clorito	perclorato	fórmula	Cl-	ClO-	ClO- 2	ClO- 3	ClO- 4
Estructura

Primero, piensa que el ion -ate es el nombre «base», en cuyo caso la adición de un prefijo per- añade un oxígeno. Cambiando el sufijo -ate por -ite se reducen los oxígenos en uno, y manteniendo el sufijo -ite y añadiendo el prefijo hypo- se reduce el número de oxígenos en uno más. En todas las situaciones, la carga no se ve afectada. El patrón de nomenclatura sigue dentro de muchas series de oxianiones diferentes basándose en una raíz estándar para esa serie en particular. El -ite tiene un oxígeno menos que el -ate, pero diferentes aniones -ate pueden tener diferentes números de átomos de oxígeno.

Estas reglas no funcionan con todos los aniones poliatómicos, pero sí con los más comunes. La siguiente tabla da ejemplos para algunos de estos grupos de aniones comunes.

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