Según los botánicos, los frutos se desarrollan en el ovario de una planta con flor y contienen semillas. Pero si le pidieras a un experto culinario que te dijera qué son las frutas, su definición podría ser un poco diferente.
Como la mayoría de los cocineros tienden a clasificar los alimentos por su sabor, las frutas se describen generalmente como dulces y ácidas, lo que las hace perfectas para postres populares como tartas y pasteles. Pero científicamente hablando, no todas las frutas son dignas de postre.
¿Qué es una verdura?
Las verduras, que suelen tener un sabor más sabroso, se definen como las partes comestibles de las plantas que no contienen semillas. Suelen contener tallos, raíces, flores, bulbos u hojas, lo que significa que productos como las verduras de hoja verde, la col, la coliflor, las patatas, los boniatos y los espárragos se consideran verduras.
¿Es la calabaza una fruta y por qué?
Dado que las frutas son estructuras que contienen semillas y las calabazas contienen una pulpa pegajosa con una gran cantidad de semillas (conocidas como pepitas), definitivamente son frutas. Y si crees que eso es una locura, escucha esto: Las calabazas también se consideran bayas gigantes, ya que una baya se define como una fruta carnosa, pulposa y comestible que puede contener semillas. Bastante loco, ¿no?
La calabaza no es el único alimento salado que se considera una fruta. También cabe destacar que los aguacates, las berenjenas, las aceitunas, los pimientos y los tomates también son frutas -aunque en el mundo culinario se les suele denominar verduras-.
¿Significa esto que todas las calabazas son frutas?
La calabaza, que es un tipo de calabacín, no es la única planta de la familia que viene con muchas semillas. Aunque todas ellas varían en sabor y textura, resulta que todas las calabazas, desde la butternut y la bellota hasta la crookneck y el calabacín, tienen semillas. Y esto las convierte -adivinaste- en frutas.
¿Cuáles son los beneficios de la calabaza?
Aunque la festiva calabaza se considera una fruta, eso no cambia el hecho de que incluye algunos impresionantes beneficios para la salud. De hecho, las calabazas están cargadas de tantas vitaminas y nutrientes que se consideran un superalimento.
Las sabrosas calabazas están cargadas de vitamina A (una taza proporciona más del 200 por ciento de la cantidad diaria recomendada), lo que las hace excelentes para promover la salud ocular y apoyar un sistema inmunológico saludable. También son muy bajas en calorías y se consideran una buena fuente de vitamina C, potasio, fibra y antioxidantes.
En cuanto a las semillas, están llenas de antioxidantes y valiosos nutrientes, como el magnesio, el hierro, el zinc, la vitamina B2 y la vitamina K. También son muy ricas en fibra, lo que puede favorecer una buena salud digestiva.
Según un estudio de 2019, las semillas de calabaza no solo son nutritivas, sino que también tienen propiedades terapéuticas, demostrando ser útiles en el «tratamiento y gestión de la diabetes, la inflamación, la hiperlipidemia, la hipertensión, la gestión del cáncer» y mucho más.
¡Suena a que vamos a añadir mucha más calabaza (y semillas de calabaza) a nuestra dieta en el futuro!
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