Acuerdos de no importación

La resistencia colonial al control británico adoptó muchas formas, quizás la más efectiva fue el éxito general de los acuerdos de no importación. Estos acuerdos aparecieron ya en 1766. Tuvieron un efecto escalofriante sobre los comerciantes británicos que comerciaban con las colonias. La Ley del Timbre fue derogada, finalmente, en base a las apelaciones de los comerciantes que perdían dinero enviando mercancías a una tierra que no las recibiría. No en vano, las oficinas de aduanas de las colonias no podían recaudar impuestos sobre las mercancías que no se permitían desembarcar o que nunca se vendían. Los acuerdos de no importación alcanzaron su efecto definitivo en respuesta a la Ley de Ingresos Townshend, cuando en 1768 Boston aprobó una ley. Todas las ciudades portuarias y casi todas las regiones adoptarían pronto leyes como ésta. Finalmente, en 1774, el primer Congreso Continental de las colonias aprobaría La Asociación, una prohibición en toda la colonia contra cualquier comercio con Gran Bretaña.