El aloe vera ha sido reconocido como una valiosa planta medicinal para el tratamiento de quemaduras. Extensos estudios han descrito sus actividades antiinflamatorias, de cicatrización de heridas y otras relacionadas, pero la inestabilidad del gel de aloe confunde los datos farmacológicos, provoca inconsistencia en los tratamientos e inconvenientes en la preparación diaria. Estos obstáculos nos impulsaron a desarrollar un preparado estable de aloe, la crema de aloe, que probamos en quemaduras térmicas artificiales en ratones. La crema de aloe, aplicada inmediatamente a las quemaduras de primer grado, retrasó el daño progresivo y aceleró la tasa de curación con mayor eficacia que el gel de aloe fresco. Tanto la crema de aloe como el gel de aloe fresco impidieron que se produjeran más daños en la piel y la formación de epidermis muerta fue menor que en el control. En el caso de las quemaduras de segundo grado, la tasa de cicatrización mejoró con la crema de aloe y el gel de aloe fresco: se observó menos inflamación en las zonas tratadas con cualquiera de ellos que en las zonas no tratadas o en las tratadas con la base de crema. En el caso de las quemaduras de tercer grado, la eficacia de la crema de aloe y del gel de aloe fresco no pudo ser evaluada estadísticamente debido a la infección. Se observó que la crema de aloe mejoraba la epitelización pero no mostraba actividad antiinflamatoria. No se observaron diferencias en la epitelización y la inflamación entre los ratones tratados con gel de aloe fresco, crema base o control. Todos estos resultados confirman que el gel de aloe vera es eficaz para el tratamiento de las quemaduras si se conserva bien.