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En enero de 2020, Noruega se convirtió en el último país de Europa occidental y septentrional en introducir el concepto de doble ciudadanía. La medida dio lugar a una oleada de nuevas solicitudes. 26.000 personas solicitaron la ciudadanía en cuestión de meses, aumentando la lista de espera de la ciudadanía de 14.000 a 40.000.
El cambio de ley significa que los ciudadanos extranjeros ya no tienen que renunciar a su ciudadanía original para convertirse en ciudadanos noruegos. Los noruegos pueden convertirse en ciudadanos de otro país sin necesidad de renunciar a su nacionalidad actual.
Además, los noruegos que se vieron obligados a renunciar a su nacionalidad para reclamar otra pueden solicitar recuperar la ciudadanía de Noruega en algunas circunstancias.
El tiempo de espera es largo
Los 26.000 nuevos solicitantes deben, sin embargo, esperar mucho tiempo, según la Dirección de Inmigración de Noruega (UDI).
Esto se debe a una combinación de factores, entre ellos las restricciones por el coronavirus que hizo que muchas oficinas cerraran durante un par de meses a principios de año. También han contribuido el aumento de solicitantes y los retrasos en la automatización prevista de la tramitación de expedientes.
Beneficios para los nuevos ciudadanos de Noruega.
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«UDI está haciendo todo lo posible para resolver esta situación, que ahora está creando grandes retrasos para aquellos que esperan un pasaporte noruego y el derecho a votar en las próximas elecciones parlamentarias», dijo UDI en un comunicado.
UDI ni siquiera comenzará a procesar a los solicitantes hasta agosto. El trabajo comenzará con los ciudadanos de otros países nórdicos, seguidos por otros solicitantes a partir de octubre.
Cómo convertirse en ciudadano de Noruega
Políticos de todo el espectro político habían debatido durante mucho tiempo el concepto de doble ciudadanía. Sin embargo, cuando los planes se sometieron a votación, fueron aprobados por una abrumadora mayoría en el parlamento.
Sin embargo, la ley no facilita la obtención de la nacionalidad noruega. De hecho, los requisitos de inmigración se han endurecido durante el mandato de Erna Solberg como primera ministra. Solberg dirige un gobierno de coalición de centro-derecha desde 2013.
Para convertirse en ciudadano noruego, un extranjero debe cumplir una serie de requisitos, que pueden variar en función de su país de nacionalidad. Los requisitos incluyen un periodo ininterrumpido de residencia permanente en Noruega (normalmente 7 años) y una prueba documentada de competencia en el idioma noruego.