La encopresis se caracteriza típicamente por ser el resultado de un estreñimiento crónico con suciedad por rebosamiento, pero se ha retratado como un indicador de abuso sexual. Se examinó la utilidad predictiva de la suciedad fecal como indicador del estado de abuso sexual. En un análisis retrospectivo de tres grupos de comparación de niños de 4 a 12 años, se estudiaron 466 niños documentados y tratados por abuso sexual; 429 niños remitidos psiquiátricamente con problemas de externalización y 641 niños normativos reclutados de la comunidad, descartándose el abuso en las dos últimas muestras. Las medidas estandarizadas del informe de los padres identificaron el estado de ensuciamiento y las conductas de actuación sexual. Se utilizó un análisis de regresión múltiple para predecir el estado de abuso en cada grupo. Las tasas de ensuciamiento declaradas fueron del 10,3% (abuso), 10,5% (psiquiátrico) y 2% (normativo), respectivamente. La tasa de ensuciamiento en el grupo de maltrato difería significativamente de la del grupo normativo, pero no de la del grupo psiquiátrico. Se informó de tasas similares de ensuciamiento entre los niños maltratados, con y sin penetración, y la muestra psiquiátrica. Las tasas de comportamiento sexualizado fueron reportadas significativamente más a menudo por el grupo abusado en comparación con los grupos psiquiátrico y normativo y fueron un mejor predictor del estado de abuso. El valor predictivo positivo de la suciedad como indicador de abuso fue del 45% frente al 63% de la actuación sexual. La muestra psiquiátrica mostró un comportamiento significativamente más desregulado que la muestra de abuso sexual. La utilidad predictiva de la suciedad fecal como indicador de abuso sexual en niños no está respaldada. La suciedad parece representar uno de los muchos comportamientos desregulados inducidos por el estrés. Los clínicos deben asumir que el síntoma de ensuciamiento está muy probablemente relacionado con la patología típica y tratarla en consecuencia.