Nuestra visión
Los acuerdos políticos y económicos de los gobiernos no son suficientes para asegurar el apoyo duradero y sincero de los pueblos. La paz debe basarse en el diálogo y la comprensión mutua. La paz debe construirse sobre la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.
Con este espíritu, la UNESCO desarrolla herramientas educativas para ayudar a las personas a vivir como ciudadanos globales libres de odio e intolerancia. La UNESCO trabaja para que cada niño y ciudadano tenga acceso a una educación de calidad. Al promover el patrimonio cultural y la igual dignidad de todas las culturas, la UNESCO fortalece los vínculos entre las naciones. La UNESCO fomenta programas y políticas científicas como plataformas de desarrollo y cooperación. La UNESCO defiende la libertad de expresión, como un derecho fundamental y una condición clave para la democracia y el desarrollo. Como laboratorio de ideas, la UNESCO ayuda a los países a adoptar normas internacionales y gestiona programas que fomentan la libre circulación de ideas y el intercambio de conocimientos.
La visión fundacional de la UNESCO nació como respuesta a una guerra mundial marcada por la violencia racista y antisemita. Setenta años después y muchas luchas por la liberación, el mandato de la UNESCO sigue siendo tan relevante como siempre. La diversidad cultural está siendo atacada y las nuevas formas de intolerancia, el rechazo de los hechos científicos y las amenazas a la libertad de expresión desafían la paz y los derechos humanos. En respuesta, el deber de la UNESCO sigue siendo reafirmar las misiones humanistas de la educación, la ciencia y la cultura.
Hechos clave : Una selección de éxitos de la UNESCO
Documentos estratégicos
La UNESCO tiene un papel único que desempeñar en el fortalecimiento de las bases de una paz duradera y un desarrollo equitativo y sostenible. Impulsar la cooperación en materia de educación, ciencias, cultura, comunicación e información es una apuesta estratégica en un momento en que las sociedades de todo el mundo se enfrentan a las crecientes presiones del cambio y la comunidad internacional se enfrenta a nuevos retos.
El documento 37 C/4 (2014-2021) aprobado por la Conferencia General de la UNESCO define una visión estratégica común para la Organización para los próximos ocho años y el siglo que se avecina.
Las orientaciones estratégicas establecidas en el documento 37 C/4 se traducen en un documento de programa y presupuesto, el 39 C/5 (2018-2019), que abarca un ciclo de cuatro años, mientras que la asignación presupuestaria a los programas se consignará bienalmente.
Proyectos de la UNESCO en el mundo
Dos prioridades globales
Ya en 1942, en tiempos de guerra, los gobiernos de los países europeos, que se enfrentaban a la Alemania nazi y a sus aliados, se reunieron en el Reino Unido para celebrar la Conferencia de Ministros de Educación Aliados (CAME). La Segunda Guerra Mundial estaba lejos de haber terminado, pero esos países buscaban los medios para reconstruir sus sistemas educativos una vez restablecida la paz. Rápidamente, el proyecto cobró impulso y pronto adquirió un carácter universal. A propuesta del CAME, se convocó en Londres, del 1 al 16 de noviembre de 1945, una Conferencia de las Naciones Unidas para la creación de una organización educativa y cultural (ECO/CONF). Apenas había terminado la guerra cuando se inauguró la conferencia. Reunió a los representantes de cuarenta y cuatro países que decidieron crear una organización que encarnara una auténtica cultura de paz. A su juicio, la nueva organización debía establecer la «solidaridad intelectual y moral de la humanidad» y, con ello, evitar el estallido de otra guerra mundial. Lea más sobre la historia de la UNESCO en los Archivos de la UNESCO
Sede de la UNESCO
Situado en la Plaza de Fontenoy, en París, el edificio principal que alberga la Sede de la UNESCO fue inaugurado el 3 de noviembre de 1958. El diseño en forma de Y fue inventado por tres arquitectos de diferentes nacionalidades bajo la dirección de un comité internacional. Apodado la «estrella de tres puntas», todo el edificio se levanta sobre setenta y dos columnas de pilotes de hormigón. Es mundialmente famoso, no sólo por ser la sede de una organización conocida, sino también por sus extraordinarias cualidades arquitectónicas. Tres edificios más completan la sede. El segundo edificio, conocido cariñosamente como el «acordeón», alberga la sala en forma de huevo con techo de cobre plisado donde se celebran las sesiones plenarias de la Conferencia General. El tercer edificio tiene forma de cubo. Por último, una cuarta construcción consta de dos plantas de oficinas ahuecadas por debajo del nivel de la calle, en torno a seis pequeños patios hundidos. Los edificios, que contienen muchas obras de arte notables, están abiertos al público. En cuanto se aprobaron los planes arquitectónicos para el emplazamiento de la plaza de Fontenoy, la UNESCO encargó a varios grandes artistas la creación de obras para adornar los futuros locales. En algunos casos, las obras también pretenden evocar la paz que la institución ha tratado de establecer y preservar en todo el mundo. A lo largo de los años, se adquirieron otras obras. Algunas fueron donadas a la Organización por varios Estados miembros. Picasso, Bazaine, Miró, Tapiès, Le Corbusier y muchos otros artistas, tanto famosos como desconocidos, tienen su lugar en este museo universal que se hace eco de la diversidad de la creación artística en todo el mundo.
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