Hoy es el día internacional del hombre. Es una oportunidad para arrojar luz sobre los problemas a los que se enfrentan los hombres y que suelen quedar en la sombra de la sociedad. Uno de estos problemas es la violencia de pareja (VPI) contra los hombres.

La imagen popular de la VPI se basa en el conocido estereotipo de género de un villano masculino y una víctima femenina. Sin embargo, este estereotipo es incompleto, ya que una nueva investigación indica que existe un elevado número de hombres víctimas de abusos domésticos.

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Investigación sobre la violencia doméstica

Una reciente encuesta del gobierno británico indicaba que el 9% de los hombres había sufrido algún tipo de abuso por parte de su pareja, lo que supone alrededor de 1,4 millones de hombres. Esto incluye el acoso, la violencia física y la agresión sexual. De hecho, un importante estudio realizado en EE.UU. reveló que las víctimas masculinas de la violencia de género suelen recibir bofetadas, patadas, puñetazos, agarrones o estrangulamiento por parte de sus parejas.

Es interesante destacar que un creciente número de investigaciones internacionales indica que los hombres y las mujeres sufren la violencia de género en proporciones similares. Por ejemplo, una encuesta reciente de la agencia nacional de estadística de Canadá concluyó que «proporciones iguales de hombres y mujeres declararon haber sido víctimas de violencia conyugal durante los 5 años anteriores (4% respectivamente)».

Las encuestas mencionadas anteriormente indican que pequeñas proporciones de hombres (menos del 20% de las víctimas) informan a la policía o a un profesional de la salud sobre su victimización. Esto puede deberse a un temor bien fundado a ser despreciados, ridiculizados o no creídos por estas autoridades.

De hecho, un reciente trabajo de investigación de la Dra. Elizabeth Bates de la Universidad de Cumbria descubrió que la experiencia generalizada de las víctimas masculinas de la IPV era que «nadie me creería nunca». Una de las víctimas señaló que «se lo conté a los amigos y se rieron, mientras que otra afirmó que… la policía se reía».

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Increíblemente, la risa es una respuesta común a las víctimas masculinas de la violencia de género. Esto se ilustra en el breve vídeo de «experimento social» que aparece aquí, en el que se examinan las reacciones del público ante un varón que es maltratado por una mujer en la calle. Este vídeo tiene más de 8 millones de visitas en YouTube y es una poderosa herramienta educativa.

La Iniciativa Mankind

El vídeo anterior fue creado por la Iniciativa Mankind, una organización benéfica británica líder en el apoyo a las víctimas masculinas del abuso doméstico. Dirigida por el infatigable Mark Brooks OBE, la Iniciativa Mankind celebró la semana pasada su conferencia nacional sobre víctimas masculinas del abuso doméstico, a la que asistí.

Este evento atrajo a unas 100 personas. Los asistentes escucharon una serie de atractivas presentaciones de investigadores, proveedores de servicios y víctimas de la violencia doméstica. Las presentaciones coincidieron con la literatura de investigación, con la víctima de la violencia de género Tim señalando cómo la policía y otros tienden a descartar su historia.

De la misma manera, la Dra. Nicola Graham-Kevan de la Universidad de Central Lancashire informó de su última investigación que indica que las víctimas masculinas de la violencia de género son a menudo patologizadas, y a veces miradas con sospecha por los mismos organismos que deberían ayudarlas.

Sin embargo, había un aire palpable de optimismo que impregnaba el evento. A la conferencia asistieron diversas personalidades de alto nivel, como agentes de policía, personal sanitario, abogados, trabajadores comunitarios, representantes militares y empleados de la administración local. Esto indica una creciente concienciación de la seriedad del problema entre las principales partes interesadas.

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Además, en la conferencia se escuchó cómo los principales medios de comunicación están empezando a tomarse en serio este asunto. Por ejemplo, la BBC produjo un conmovedor documental a principios de este año titulado «Abused by my girlfriend». Una versión corta ha recibido más de 5 millones de visitas en YouTube.

Este documental relata la dolorosa historia de Alex Skeel, de 22 años, que fue acuchillado, regañado y golpeado repetidamente por su entonces novia. La policía apoyó a Alex a lo largo de su calvario, y su exnovia recibió recientemente una condena de 7 años de prisión.

Todo esto puede reflejar un cambio de tendencia, al menos en lo que respecta a la creciente concienciación pública y el mayor interés de los medios de comunicación por la violencia de género contra los hombres.

El camino a seguir

Hay que mantener el impulso para seguir previniendo y abordando la violencia de género contra los hombres. Tres acciones concretas podrían ayudar en este sentido.

En primer lugar, la prestación de servicios oficiales para las víctimas masculinas de la IPV sigue siendo escasa. De hecho, un reciente informe gubernamental señalaba que en Canadá había 627 centros de acogida para mujeres maltratadas, pero sólo el 6% de ellos admitían hombres, y no había ningún centro de acogida exclusivamente para hombres. En el Reino Unido, se ha informado de que sólo alrededor del 1% de las camas de refugio están reservadas para los hombres. Esto exige una mayor provisión para las víctimas masculinas, sin menoscabo de la provisión actual para las víctimas femeninas.

Las lecturas esenciales sobre la violencia doméstica

En segundo lugar, existe una necesidad apremiante de educación y formación en estos temas para las partes interesadas clave, incluida la policía, los proveedores de atención sanitaria y el poder judicial. Dichos esfuerzos deben ilustrar a las partes interesadas sobre las realidades de la violencia de género contra los hombres, al tiempo que desafían los estereotipos de género construidos sobre la falsa dicotomía de un villano masculino y una víctima femenina.

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En tercer lugar, existe una necesidad reconocida de intervenciones dirigidas a las mujeres que abusan de los hombres. De hecho, la organización benéfica británica Respect señala que «la mayoría de los programas para agresores domésticos han sido diseñados para hombres en relaciones heterosexuales.» Más investigación y acción deberían centrarse en el desarrollo, validación y difusión de programas de prevención dirigidos a las mujeres maltratadoras.

La violencia doméstica contra los hombres no es cosa de risa. Es un asunto mortalmente serio que necesita una acción concertada. Esperemos que la marea empiece a cambiar.

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