Uno de los temas constantes en mi blog es la impulsividad. Gastar fuerza de voluntad puede hacernos más impulsivos, y afirmar nuestros valores fundamentales, estar de buen humor o consumir glucosa puede reducir ese efecto. El tema de este post entra en la predicción del comportamiento impulsivo. Cuando nos sentimos más impulsivos tendemos a funcionar con el piloto automático, por lo que una buena forma de predecir el comportamiento en esa situación es con algo que aproveche ese estado de automaticidad. Una de esas cosas es lo que se llama una actitud «implícita», que es una actitud más automática y asociativa. En este artículo voy a describir el concepto de actitud implícita, cómo se mide y por qué las actitudes implícitas son tan adecuadas para predecir el comportamiento impulsivo. Después de leer esto te sugiero que visites el Proyecto Implícito en https://implicit.harvard.edu/implicit/ para que descubras algunas de las actitudes implícitas que tienes y aprendas algo sobre ti mismo que quizás no habías adivinado!

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Una actitud implícita se define como un recuerdo que sirve de nexo de unión entre un objeto (como un producto) y los sentimientos o pensamientos hacia ese objeto. Por ejemplo, podemos tener un recuerdo agradable de una tarde en el parque en la que casualmente utilizamos algún producto. Los sentimientos agradables asociados al recuerdo del parque podrían contagiarse al producto, lo que nos llevaría a formar asociaciones favorables con él. Estas asociaciones pueden activarse automáticamente cuando nos encontramos con el producto, lo que nos lleva a una especie de reacción visceral favorable hacia él. Estas actitudes se denominan implícitas porque no se expresan abiertamente como las actitudes que solemos indicar en las encuestas.

Para aprovechar con precisión la naturaleza asociativa de las actitudes implícitas, se miden de forma diferente a las actitudes que indicamos en las encuestas (llamadas actitudes «explícitas»). Es decir, las actitudes implícitas se suelen medir con el tiempo de reacción. Por ejemplo, si reaccionamos más rápido ante la idea de que un producto es bueno que ante la idea de que es malo, significa que tenemos una actitud implícita más favorable hacia ese producto. Por el contrario, si reaccionamos más rápido a la idea de que un producto es malo que a la idea de que es bueno, significa que tenemos una actitud implícita desfavorable hacia ese producto. La idea que subyace a este método de medición es que cuando nos exponemos a asociaciones que ya mantenemos son más fáciles de procesar para nuestra mente, lo que nos permite reaccionar más rápido. Nuestro tiempo de reacción se utiliza entonces para inferir nuestras actitudes implícitas.

Uno de los principales objetivos de la psicología es predecir el comportamiento. El comportamiento se suele predecir con actitudes, pero no todas las actitudes se crean por igual. Las actitudes explícitas son más controladas y deliberativas y son mejores para predecir comportamientos que comparten esas cualidades. Sin embargo, las actitudes implícitas son menos controladas y más emocionales, y son mejores para predecir comportamientos que comparten esas cualidades, como los comportamientos impulsivos. De hecho, la investigación ha demostrado que cuando los individuos se sienten más impulsivos, por ejemplo después de gastar fuerza de voluntad, las actitudes implícitas tienden a predecir su comportamiento. En mi propia investigación he comprobado que, después de gastar fuerza de voluntad, los individuos compran los productos que prefieren implícitamente, no los que prefieren explícitamente. El hecho de que las actitudes implícitas hayan predicho el comportamiento que las actitudes explícitas no han predicho es, en mi opinión, una muy buena razón para estudiar las actitudes implícitas, ya que hacerlo aumenta nuestra comprensión general de las actitudes y del comportamiento que predicen. Si podemos predecir el comportamiento se hace más fácil de controlar, lo que por ejemplo con la compra impulsiva significa controlar un comportamiento asociado con la deuda, la baja autoestima y las emociones negativas.

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